Stathis
Kouvelakis. 25 /02/ 2015
INTRODUCTION by Hugo Adan. Feb 27-15
De acuerdo
a Aristoteles los sofistas fueron maestros de la “seudo sabiduria”, (o
seudo-ciencia en nuestros tiempos). Los hubo de dos tipos, sofistas
materialistas e idealistas y ambos usaban argumentos “absurdos” o internamente incoherentes;
es decir, no aceptables en términos lógico-dialecticos. Decir que una mujer está
preñada a medias, es un absurdo. Se es o no se es; se está o no se está, es lo correcto en la lógica
formal de los sofistas. Este razonamiento se basa en el principio de identidad : a=a, lo que
excluye b-c.. , o cualquier 3ra opción. En logica-dialectica la 3ra opcion no solo existe, es ademas necesaria: cambio, proceso y transicion, no solo son reales sino lo esencia de todo fenomeno natural o social. En la relacion todo vs. parte no solo hay subordinacion, tambien autonomia y auto-reproduccion (autopoiesis). La guerra vs.paz admiten la opcion neutralidad (o el "ni paz ni guerra", como decia Trostky). Todo esto implica ir mas alla del "se es vs. no se es"; "se esta vs. no se esta". En el sofisma como tipo de raciocinio el cambio o proceso pasa a 2do plano o no existe. Decir que
una mujer está preñada supone aceptar que en su interior existe ya un niño o una niña biologicamente existente como tal. De forma que puede estar preñada sin que aun se haya definido biologicamente ese status. Puede por tanto estar o no preñada al mismo tiempo y puede serlo de un niño o una niña o de ambos a vez. Asumir la transición y el cambio es correcto, lógico y dialéctico al mismo tiempo.
Los sofistas
materialistas usaban argumentos internamente incoherentes -sofismas- para
combatir o afirmar dogmas religiosos y asi dar base a “su razón”
ecléctica y a su “racionalismo” naturalista. Defendían también
la democracia esclavista y el relativismo ético y socio-cultural. No hay
principios éticos universales ni existen y menos co-existen culturas similares
en el mismo tiempo y espacio, argumentaban filósofos sofistas como Protagoras, mientras otros sofistas argumentaban lo inverso: Hipias,
Gorgias.
Los
partidarios del sofismo idealista (idealismo-objetivo) fueron en realidad los
verdaderos artífices de la sofistica, es a ellos a quienes Aristoteles refirió como “seudo-sabios”. Era dificil combatirlos pues asumian posiciones dualistas (otorgaban a lo subjetivo y objetivo, y a lo absoluto y relativo, el mismo valor) ademas de que sus argumentos los hacian desde una posición aristocrática (eran los ilustrados de su tiempo). Todas las religiones proponen una ética univ, indicaban (lo
que por cierto es muy útil a las clases dominantes) y toda democracia propone libertad
para quienes son legalmente “libres” (los esclavos de Grecia no tenían derecho
a esa libertad, para los sofistas) lo que sirvió para racismos y xenofobias hasta los tiempos “modernos”.
Según Rosental
y Iudin, el procedimiento típico de los sofistas lo denuncio Lenin. Los
sofistas separan hechos reales de un sistema (o todo) al que pertenecen: de sus actores y su dinámica, de su contexto
social y de otros factores espacio-temporales con los que interactúan. Proceden
luego a “explicarlos” al margen de su contexto, desarrollo y de sus contradicciones
internas. Al separar hechos de sus conexiones internas y externas, proceden a
aplicarles leyes y principios que se asumen universales pero que en realidad
sirven intereses de clase en tiempos históricos concretos. Para Lenin lo que corresponde
y sirve a una clase social y a una época, no tienen validez histórica universal
y están condenados a desaparecer cuando así lo decida el socialismo democrático
de los pueblos del mundo.
En la
respuesta a los sofistas por Stathis Kouvelakis (SK de aquí en adelante), notaran
Uds que el tambien incurre en sofismos (argumentos incoherentes, lo que discutiré en
otro art). El punto de partida de su crítica a los líderes de Syriza son las
elecciones donde se asume que ellos recibieron un doble mandato: mantener el
euro y rechazar la austeridad. (Por que SK espero tanto para hacer su critica a
ese falso dilema?). Mientras tanto, en
el otro lado, en el programa de la troika se defendió en forma coherente ambas cosas: mas euros pero con mas austeridad. Venció la troika y no por coherente sino porque:
1ro,
la esencia política del tema paso a 2do plano (lo que la nacion soberana demandaba) y lo económico a 1er plano. Esto
es, se les permitió el control de la agenda para el debate.
2do, tampoco se
permitio al Syriza igualdad de condiciones en el control de la dinámica del
debate (a puerta cerrada, no de cara a la nación via TV, ni permitieron que los
lideres consulten a las bases). Asi las cosas, pudieron vencer fácilmente, violando el principio de equidad en el “dialogo”. En su lugar se impuso “o se forzó, --como
lo admite SK” -- el verticalismo autoritario de la troika. Se vulneró no solo
el principio proporcionalidad en la representación sino que además violó todo
rasgo democrático en él.
En suma, la
troika jamás mostró en la prensa ni sana intención ni causa justa sino solo “reglas
y procederes institucionales” separados de la dura realidad y contexto de angustia
y frustración de la nación. Dado el caos que de ello resulta, es
natural que el contexto alimente extremismos (incluido el de los neo-nazis) quienes
buscaran lleva agua a sus molinos. Por lo pronto una cosa quedo clara: No hubo real
intención de dialogo bien intencionado en la troika, sino solo el afán de
separar a líderes del Syriza de sus bases.
Sabian que
esto iba a causar caos interno y lo lograron. Hoy tenemos multitudes “anti-austeridad”
y anti-gobierno en las calles. LA SOLUCIÓN evidente
a este problema es que los líderes del Syriza rechacen el contenido y
procedimiento de lo actuado y deleguen a un comité especial del Pdo lo referido
a lo que queda por conversarse con la Troika sobre austeridad: cancelar todo
trato con ellos si no ofrecen el “zero
debt” and fresh start, que asumo es el recomienzo propuesto por Stathis Kouvelakis para el debate sobre estrategia http://www.vientosur.info/spip.php?article9853
EL Problema
de fondo es el falso dilema “SI al
euro y NO a la austeridad”. El
dialogo autoritario de la troika lo dejo claro: euro implica austeridad. El pueblo tiene que ser convencido que una
real salida a la austeridad es abandonar el euro. Los rusos han ofrecido
ayuda pero no para pagar la deuda mal-habida de la troika sino para alimentar
un plan de desarrollo auto-sostenido dentro del bloque ruso-chino. De esto se
trata y por esto urge declarar nulo
actuado y preparar un nuevo programa de reformas en coordinación con ellos.
Por esto propongo enviar a Rusia al ministro Yanis Varoufakis, autor de la carta al Eurogrupo http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=7769 con los compromisos del gobierno griego. Eso ya no sirve, a menos que el pueblo quiera quedarse con el “euro y mas austeridad”, esto es, con un euro que ya esta crisis y que busca alimentarse como los buitres de la deuda soberana.
Por esto propongo enviar a Rusia al ministro Yanis Varoufakis, autor de la carta al Eurogrupo http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=7769 con los compromisos del gobierno griego. Eso ya no sirve, a menos que el pueblo quiera quedarse con el “euro y mas austeridad”, esto es, con un euro que ya esta crisis y que busca alimentarse como los buitres de la deuda soberana.
Propongo que 1ro se converse con los rusos un nuevo plan de reformas y que luego se llame a Referéndum Nacional para que el pueblo defina si va con Rusia o con la troika. Mientras tanto el contacto de líderes con el pueblo debe de ser mas frecuente, franco y claro.
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Por Stathis
Kouvelakis. 25 /02/ 2015
Estos
últimos días circulan dos sofismas o, mejor dicho, dos sofismas y medio
provenientes de quienes no quieren mirar de frente la realidad, y las
consecuencias que se derivan de ella, y aceptar la
marcha atrás a la que Syriza se ha visto forzada. Y digo bien
"forzada", porque la marcha atrás se ha dado en el marco de
una estrategia errónea. No hablo de "traición" o "renuncia",
que son términos morales y poco útiles para comprender los procesos políticos.
Primer
sofisma
Syriza no tenía "ningún
mandato para salir del euro. Si [Syriza] hubiera tenido esta posición, no
habría ganado las elecciones". Dicho así, el argumento es absurdo. Es verdad
que no tenía ningún "mandato para salir del euro". ¡Pero
tampoco había ningún mandato para abandonar lo esencial de su programa a costa
de mantenerse en el euro! Y no cabe
ninguna duda de que si se hubiera presentado a las
elecciones diciendo "aquí está mi
programa, pero si vemos que su aplicación no es compatible con mantenernos en el euro, entonces
olvidémonos de él", no
habría ganado las elecciones.
Y con razón: mantenerse en el euro “a
cualquier precio” era precisamente el argumento-base de los partidos pro-Memorandum
que han gobernado Grecia durante estos últimos años. Y Syriza,
si bien no clarificó su posición sobre el euro, siempre rechazó la lógica del "mantener el euro a cualquier precio".
A este respecto, contrariamente a lo que piensan la mayoría de los
comentaristas, hay que recordar que los textos
programáticos de Syriza no excluyen la salida del euro en tanto que
consecuencia impuesta por el rechazo de los europeos ni por la suspensión de
pagos, aunque es cierto que estos últimos meses estos textos habían sido
puestos en sordina.
Variante
del primer sofisma
"Syriza tenía un mandato
doble: romper con la austeridad y mantenerse
en el euro".
Este suena más racional que el precedente pero, nos obstante, sigue siendo un sofisma. Porque se hace como si los
dos términos del mandato tuvieran el mismo peso y que eso (si fuera necesario
optar, y claro que hay que optar, todo el problema reside ahí) legitimara
sacrificar inevitablemente el primer término (el euro) en detrimento del
segundo (la ruptura con la austeridad). ¡Y ello, sin traicionar el mandato en
cuestión!
Ahora bien,
¿por qué no le damos vuelta al argumento diciendo: "como me doy cuenta
de que ambos son incompatibles, opto por el primero, porque en el fondo es por
eso por lo que el electorado griego ha votado por un partido de la izquierda
radical". Es decir, dar preferencia a la ruptura y no a la
"estabilidad" en el marco actual; lo que (es lo menos que se puede
decir) resulta más coherente con el quehacer de un partido de izquierda radical
que plantea el socialismo como su "objetivo estratégico"
(aunque no sea en función de ese objetivo que haya ganado las elecciones).
Tercer
sofisma
Este es de
Etienne Balibar y de Sandro Mezzadea que, tras lo que ha pasado y tras haber
ironizado sobre la "izquierda de Syriza" que hablaba de
"renuncia" (aunque nadie en la izquierda de Syriza haya utilizado
nunca este término, pero pasemos de ello…), sacan la conclusión de que eso
muestra "que en Europa no se construirá una política de libertad e
igualdad a partir del simple afianzamiento de la soberanía nacional."
Para eso, lo fundamental sería ganar tiempo, si bien al precio de concesiones (y aquí hacen la referencia obligada a Lenin para garantizar la radicalidad de su enunciado), y permitir que se den futuras victorias políticas (hablan del Estado español) y se desarrollen los movimientos sociales, preferentemente "transnacionales" (tipo Blockupy). Continuan navegando en pleno sofisma, con una pseudo-ingenuidad asombrosa aunque, después de todo, lógica en estos ardientes defensores del "proyecto europeo" (si bien es verdad que en su "versión buena") como son estos dos autores. En efecto, la cuestión es que los ritmos de las fuerzas políticas y de los movimientos sociales a los que se refieren no están sincronizados. De aquí al verano, el Gobierno de Syriza se verá confrontado a retos más que apremiantes y no es posible vislumbrar cómo una manifestación –que puede ser exitosa– en Frankfurt o una posible victoria de Podemos en las elecciones de noviembre en el Estado español podría modificar la situación a su favor.
Esta
discordancia de los ritmos es una de las modalidades bajo las que se muestra el
carácter estratégico del "nivel nacional" a los agentes políticos,
porque es el terreno en el que se condensa de forma decisiva la relación de
fuerzas entre las clases.
Por otra
parte, lo que Balibar y Mezzadra subestiman de forma grave, es el efecto
desmovilizador que tendrán, tanto a nivel interno en Grecia como a nivel
europeo, la percepción de una Grecia y un Gobierno Syriza obligado a doblar el
espinazo ante las imposiciones austeritarias de la UE, que se impondrá con el
paso de tiempo, a pesar del bombo que tratan de darle los miopes defensores del
Gobierno griego. El clima de movilización y confianza que encontramos en Grecia
tras las primeras semanas, después de las elecciones, ha quedado bien atrás. Ahora
es el desasosiego y cierta confusión las que imperan. Es verdad que las
movilizaciones pueden volver, pero, de una parte, esta vez estarán dirigidas
contra las opciones gubernamentales y, de otra, no van a darse "a golpe
de silbato". Condicionar la opción política a la emergencia de esas
movilizaciones es más que arriesgado. Es una forma de decir que no se planteará
ninguna demanda debido a su ausencia o su debilidad.
En
realidad, la forma de proceder debe ser la contraria. Asumimos una opción de
ruptura y es esta opción la que estimula la movilización, que tiene su propia
autonomía. Por otra parte, es eso lo que ha ocurrido en Grecia durante el
período de "confrontación" entre el gobierno y la UE, entre el 5 y el
20 de febrero, cuando decenas de miles de personas salieron a las calles de
forma muy espontánea y al margen de su pertenencia partidaria.
El
argumento de "ganar tiempo" no expresa más que una ilusión. En
realidad, durante esos supuestos cuatro meses de "respiro", Syriza
estará obligada a actuar en el marco actual, es decir: consolidarlo ejecutando
una buena parte de lo que la troika (renombrada
"Instituciones") exige y "retrasando" la aplicación de las
medidas-faro de su programa, aquellos que justamente habrían permitido
"marcar la diferencia" y cimentar la alianza social que le ha
permitido llegar al poder. Este "ganar tiempo" corre el gran riesgo
de convertirse en "un tiempo perdido" que desestabilizará la base de
Syriza y permitirá a sus adversarios (sobre todo a la extrema derecha) aunar fuerzas
y presentarse como los únicos partidarios de una "verdadera ruptura con el
sistema".
Señalemos
también que, a pesar de la repulsa que provoca toda referencia nacional a estos
dos enamorados del europeísmo como Balibar y Mezzadra, los éxitos políticos a
los que hacen referencia, el de Syriza y Podemos, son solo victorias en el
ámbito nacional que no modifican la relación de fuerzas más que en lo que se
refiere a que fuerzas políticas de izquierda accedan a las palancas del Estado
nacional. Ahora bien, estos éxitos también están, en gran parte, construidos
sobre la base de la soberanía nacional, en un sentido democrático, popular, no
nacionalista, y abierto. En los discursos de Tsipras y de Iglesias abunda, de
forma perfectamente asumida, el discurso "nacional-popular" y
las referencias al "patriotismo", de la misma forma que
abundan las banderas nacionales (griega o republicana en el caso del Estado
español en su conjunto) entre las masas y los movimientos "autónomos"
(por retomar el término de Mezzadra y Balibar) que llenan las calles y las
plazas de esos países. Más que cualquier otro elemento, eso muestra que la
referencia nacional es (sobre todo en los países dominados de la periferia
europea), un terreno de lucha que en países como el Estado español y Grecia las
fuerzas progresistas han logrado hegemonizar para convertirlos en uno de los
motores más potentes de su éxito. Es sobre esta base que se puede construir un
verdadero internacionalismo y no sobre el discurso sin contenido que, de
entrada, debería ser, totalmente y sin mediación alguna, "europeo" o
"transnacional" y que está desconectado de la realidad concreta de la
lucha política.
Por último,
decir que en los dos primeros sofismas existe un elemento de verdad en lo que
respecta al mandato sobre la salida del euro. Este elemento es que en la
posición mayoritaria de Syriza existía una contradicción que se ha puesto de
manifiesto ahora. La idea de una ruptura con la austeridad y con el peso de la
deuda en el marco europeo actual ha fracasado de forma totalmente clara. En una
situación semejante, es vital hablar con sinceridad y honestidad y comenzar por
admitir que se ha fracasado y que, por lo tanto, es necesario volver a discutir
sobre la estrategia más adecuada para poder ser fieles a los compromisos
adquiridos y sacar al país de la encrucijada en la que se encuentra, al tiempo
que se envía un mensaje de lucha a quienes, que son numerosos, habían apostado
por la "esperanza griega" y que hoy rechazan, con razón,
admitir la derrota.
25 /02/ 2015
Traducción: VIENTO SUR
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