DIRIGIR DESDE ATRAS ES HOY LA TACTICA USA
Entrevista a la politóloga Nazanín Armanian
“La doctrina exterior de
Washington se basa en dirigir desde atrás; lo ha hecho en Libia, Mali,
Siria y Ucrania”
Estados Unidos canaliza hacia sus intereses lo que
actualmente ocurre en el “avispero” ucraniano mediante “asesores militares” y
grupos de extrema derecha, como los presentes en algunos de los ministerios que
actualmente gobiernan en Kiev, según la politóloga hispano-Iraní Nazanin Armanian.
Estos grupos (“Svoboda”) desempeñan el mismo rol que, en otro contexto, los
muyahidines, redes de Al Qaeda o Taliban. Además, ante la impopularidad y el
coste económico de embarcarse en nuevas guerras, la doctrina exterior de Obama
se basa en el “Leading from behind” (“Dirigir desde atrás”). “Se trata de la
primera carta en su política exterior”. Es así, explica Nazanín Armanian,
mediante piezas geopolíticas interpuestas (Francia, Arabia Saudí, Qatar,
Israel, Turquía, Alemania o Polonia), como Estados Unidos ha actuado en las
recientes guerras imperiales: Libia, Mali, Siria y actualmente en Ucrania.
P- ¿Existen intereses contradictorios entre Estados
Unidos y la Unión Europea respecto a Ucrania? Si es así, ¿Cuál de los dos
bloques se ha impuesto finalmente?
Existen estos intereses contradictorios no sólo entre
EEUU y la UE, sino también entre los grupos del stablishment estadounidense
(entre Obama y los de Tea Party) y también entre los países europeos. En cuanto
a Ucrania, mientras Washington insiste en imponer sanciones económicas a Rusia
por el despliegue de tropas rusas en Crimea y su anexión, los europeos clientes
del gas ruso o aquellos como España que recibe a 1,5 millones de visitantes
cada año, que están ampliando el volumen de sus negocios con los eslavos, no
están dispuestos a ir más allá de algún pequeño gesto simbólico. Mire, la
británica BP es el segundo mayor accionista de la petrolera rusa Rosneft, o los
rusos son uno de los principales compradores de casas de lujo de Gran Bretaña.
Uno de los motivos de que Washington se haya metido en
este “berenjenal” es justamente la rebeldía de la UE ante sus últimas hazañas
militares. Pretende fortalecer su posición en la sumisa Nueva Europa (Polonia,
Rumanía, etc.) aprovechando los sentimientos anti-rusos de estos países ahora
que la Vieja, sumida en una profunda crisis multidimensional, no coopera; aun
recuerda que Alemania se negó a apoyar el ataque a Irak y a Siria.
Pero Rusia no es Irán, al que se le pueden imponer
sanciones y el mundo seguir su rumbo. Las sanciones que EEUU y la UE van a
imponer a Rusia no le van a afectar demasiado: el mundo no es EEUU+UE. Rusia
está con China en la Organización de Cooperación de Shangai (OCS) e importantes
países de Asia Central (tanto en calidad de socios como de observadores) y
también en BRICS (junto a Brasil, India, China y Sudáfrica); además, Rusia y UE
están construyendo el mega-gaseoducto Nord Stream desde el Mar Báltico
esquivando Ucrania, y tienen un volumen de negocios de 520 mil millones de
dólares en 2012, de hecho, Rusia es el tercer mayor socio comercial de la UE
después de los EE.UU. y China. Los europeos son el titular del 75% de la
inversión extranjera directa en el país exsocialista. Se trata de uno de los
pilares de la economía global, y hasta las propias compañías estadounidenses,
como PepsiCo., que compró en 2010 la empresa Wimm-Bill-Dann, líder del sector
alimenticio ruso, con las sanciones recibirían un impacto negativo.
P- Has escrito que Ucrania es "uno de los países
más estratégicos del planeta". ¿Por qué?
La importancia de Ucrania reside en que es la frontera
vulnerable, y de gran profundidad estratégica, de una gran potencia regional y
mundial como Rusia; además, hacía de tapón entre los socios de la OTAN y Rusia,
y su posible adhesión a la Alianza supone una amenaza directa a la seguridad
nacional rusa. Por otro lado, Putin -que desde Asia Central está rompiendo el
cerco que la OTAN había creado alrededor de su país- tiene el respaldo de China
para jugar bien sus cartas frente a un Obama y un EEUU muy debilitados. Moscú
hoy puede admitir que Kiev no regrese a la esfera de la influencia rusa, pero
no lo hará si el gobierno de Kiev es anti-ruso. (Ver: Ucrania y la gran
ofensiva de EEUU contra Rusia). Una Ucrania pro-occidental es otro paso de EEUU
en pretender aislar a Rusia y buscar su desintegración (ver: EEUU y la OTAN
planean desmantelar la Federación Rusa). Una idea madurada desde que en 1918 el
movimiento llamado “Prometeísmo”, promovido por el mariscal polaco Pilsudski
lanzó para “liberar a las nacionalidades no rusas” del yugo de los eslavos. El
fracaso de la OTAN en Asia Central (desde el ocupado Afganistán) y el
acercamiento de los países de “stán” a Moscú, así como el protagonismo que está
teniendo Rusia en la escena mundial (como su papel en las crisis de Irán y
Siria), ha puesto en jaque a los “Neocon” americanos, que ven cómo el imperio
se desvanece.
P- Señalas múltiples intereses geopolíticos
Ucrania ha sido uno de los accesos de Rusia al Mar
Negro. Y ahora que en Kiev gobiernan los pro-OTAN, Moscú ha decidido quedarse
con Crimea, desmontando buena parte de los planes del Occidente en “otanizar”
el Mar Negro. Asimismo, por las instalaciones e infraestructuras construidas
por Rusia en Ucrania pasan los principales gaseoductos que transportan el gas
ruso a Europa. Otro objetivo del cambio de gobierno es impedir que Rusia
pusiera en marcha la Comunidad Económica Eurasiática, prevista para el 2015, y
cuyo núcleo era Ucrania. También, restarle fuerzas a Rusia desde Ucrania para
desafiar a Estados Unidos en otras zonas en disputa. Abrir el mercado de
Ucrania a los productos occidentales, a sabiendas que las mercancías ucranianas
no podrán competir con ellos. Desde Ucrania, Moscú ampliaba su línea costera
hasta el Mar Negro, fortalecía lazos con los más de 4 millones de ortodoxos,
mantenía su base militar (también la aeroespacial), y accedía a los amplios y
abundantes productos agrícolas. Ucrania para Rusia era todo eso y más. Le
supone una gran pérdida.
P- ¿Qué rol han desempeñado grupos de
ultraderecha-nazis antes y después de la toma del poder por la oposición en
Ucrania? ¿Ha habido financiación y apoyo directo de estos grupos por parte de
Estados Unidos-Unión Europea?
La publicación de una conversación grabada entre Urmas
Paet, el ministro de Exteriores estonio y Catherine Ashton, la jefa de la
diplomacia europea, en la que barajaban la posibilidad de que los
francotiradores que disparaban a los manifestantes en Maydan fueran de la
oposición, confirma no solo la sospecha que planteábamos cuando empezaron los
disturbios en Kiev, sino que ésta podría ser la punta de iceberg de la
injerencia de los occidentales, sus servicios secretos y de los grupos neo
nazis en lo que sucede en este país, como también afirma Scott Rickard, ex agente
de la Inteligencia de EEUU, que revela cómo UE y EEUU llevan años planeando
desestabilizar este país. También apunta en esta dirección, la confesión de la
subsecretaria de Estado de Estados Unidos, Victoria Nuland, de que desde 1991
su país había invertido más de 5.000.000.000 de dólares en Ucrania, y no
precisamente para ayudar a los pobres del país.
Mire, el gobierno que el Occidente acaba de reconocer
en Kiev, incluye seis ministros de partidos neo-nazis como “Svoboda”
(“Libertad”). Estas fuerzas juegan el mismo papel que los fuerzas
semi-fascistas que operan bajo los nombres de Muyahidines, Al Qaeda y Taliban,
creados por EEUU y sus aliados justamente para desestabilizar las fronteras
sureñas de Rusia, desde Afganistán, entre otros objetivos (Ver: Afganistán:
¿Por qué nos mienten?). A éstos energúmenos, la prensa occidental llamaba
“luchadores por la libertad”. Sirvieron a la OTAN para arrasar el país, y dando
la imagen de que son fuerzas locales los que luchan por la “libertad”, que no
una potencia odiosa extranjera. Luego, los demonizaron llamándoles
“terroristas” y mostrando sus actos más atroces contra la población, para así
presentarse como salvadores justificando la “misión humanitaria”, aunque el
objetivo real era ocupar militarmente el corazón de Asia Central. Puede que
veamos a los angelicales Cascos Azules de la ONU en Ucrania, bajo el mando del
Pentágono, allanando el camino de los americanos.
P- ¿Se puede reducir lo que ha ocurrido en Ucrania a
20.000 personas en una plaza con apoyo de Estados Unidos, la Unión Europea y
las televisiones occidentales? ¿Se hacía vida "normal" durante esos
días en el resto de Kiev?
Es difícil imaginar que unas 20.000 manifestantes
pacíficos hayan podido derrocar a un gobierno protegido por una potencia como Rusia,
al menos que una Superpotencia haya podido realizar una obra de ingeniera
política, económica, religiosa (¡que la iglesia ucraniana pedía independizarse
de la rusa!) y militar previamente. Sin duda se han movido en el caldo de
cultivo del descontento de amplias capas sociales, afectadas por las políticas
del Yanukovich y su ineptitud. Por las noticias que nos llegaron, la gente ha
dejado hacer la vida normal. Hay asaltos a viviendas de algunos líderes
políticos (como al del Partido Comunista), sindicatos, etc., y la
administración está casi paralizada, lo cual significa el retraso en los
salarios, pensiones, en la atención sanitaria, etc.
P- Has afirmado en un artículo que en Libia y Siria,
Estados Unidos ha actuado de modo similar a como lo ha hecho en Ucrania.
¿Encontramos aquí un patrón general de intervención? ¿En qué se basa y dónde se
ha producido anteriormente (además de los casos señalados)?
“Leading from behind” (dirigir desde atrás) es el
nombre con el que se ha bautizado la política de Barak Obama en los conflictos
que se le presentan, sustituyendo el protagonismo que tomaba en los agresiones
militares. Lo ha hecho en Libia, Mali (donde ha sido Francia quien ha hecho el
trabajo más sucio), en Siria (encargó a Turquia, Israel, Qatar y Arabia Saudí),
y ahora en Ucrania son los aliados Polonia y Alemania quienes llevan adelante
su estrategia. Esta era una parte de la táctica de EEUU en influir sobre la
situación interna de un país determinado: operaciones de bandera falsa, golpes
de estado, atentados, ciber-ataques, etc. Lo que sucede ahora, es que se
convierte en la primera carta de Washington en su política exterior. La opinión
publica de EEUU, incluso su Congreso y Senado, están en contra de nuevas
guerras. Si no estuvieron por la labor de atacar a Irán o Siria, pensar en un
enfrentamiento bélico con Rusia son palabras mayores. Sin embargo, como hemos
visto en políticos como John MacCain o Victoria Nuland, representantes de la
oposición y el gobierno de EEUU, exhibiendo el apoyo de su país a los
“rebeldes” en la plaza Maydan, podemos deducir que muy “pasivos” no son. Bajo
el ropaje de “asesores militares” (por los acuerdos que la OTAN tiene firmados
con el entonces gobierno “naranja” de Kiev), y los grupos de ultra derecha, el
Pentágono intenta canalizar los acontecimientos del país, sobre todo ahora que
Crimea se ha separado de Ucrania.
P- ¿Es una simplificación decir que la Unión Europea
ha actuado bajo el dictado alemán y su afán de expansión hacia el Este? ¿Qué
intereses reales se esconden tras la intervención de la UE en Ucrania?
La UE sigue las directrices de Washington. Alemania,
la gran potencia europea, está acosada por 287 bases militares americanas en su
suelo (Noruega tiene tres y España cinco); ha tenido que enviar a su canciller
Merkel a ver a Obama una veintena de veces, para coordinar sus políticas en
Europa y en el resto del mundo, y ni el escándalo de las escuchas a Merkel han
herido el orgullo alemán. La conversación filtrada de Nuland, en su famosa
llamada telefónica, en la que menosprecia a Alemania e insulta a Europa por no
haber derrocado el gobierno de Yanukovich, muestra quién dirige el cotarro en
Ucrania. Aun así, Berlín espera que en la nueva situación de este país, consiga
ampliar no solo sus mercados, sino su influencia hasta el Mar Negro y su acceso
a Oriente Medio por tierra a través de los Balcanes, llenar el vacío que está
dejando Estados Unidos en distintas zonas del mundo, a pesar de que hoy
gobierna a una Europa debilitada y fragmentada.
P- ¿Qué peso real representaban las inversiones
estadounidenses en Ucrania durante los últimos años? ¿Han influido de algún
modo en el “golpe” (por cierto, ¿compartes esta calificación?)
Ha habido un golpe de Estado en toda regla. Forzar la
destitución y la huida del presidente, la toma del parlamento y los medios de
comunicación son elementos de un golpe “clásico”. Solo el gobierno de EEUU ha
invertido unos 5.000 millones de dólares en diferentes sectores de la economía
y en la sociedad ucraniana para aumentar su influencia en el país, mientras la
Cámara de Comercio Americana-Ucraniana pretendía aumentar sus inversiones en el
sector energético, medicamentos, y agrícola; el principal interés de Washington
está en debilitar a Rusia.
P- ¿Resulta esencial Crimea para Rusia? Si es así,
¿por qué? ¿Qué papel desempeña China en la zona?
Es tan esencial que se ha atrevido a desgajarla de
Ucrania, algo que EEUU no se atrevió con el Kurdistán de Irak. Crimea para
Rusia significa: Poder ampliar su dominio sobre el Mar Negro y también sobre
los exportadores y corredores de hidrocarburos de la zona, poniendo en un gran
aprieto al Occidente, que además pretendía reducir su dependencia energética de
Rusia. Fortalecer su base naval de Sebastopol, rompiendo el acuerdo firmado con
Ucrania en 1997 que le impide modernizar y ampliar las instalaciones militares
que son de la era soviética. Los buques rusos desde esta base participaron en
la guerra de Georgia y también en la de Siria. Pero la separación de Crimea de
Ucrania también le perjudica en cuanto a que permite a Ucrania adherirse a la
OTAN. O que, por las sanciones del Occidente y la enemistad con Ucrania, Crimea
perderá buena parte de sus seis millones de turistas y se pueda convertir en
una carga para Moscú, ahora que ha invertido millones de dólares en la bella
ciudad de Soshi.
P- ¿Consideras que el conflicto se saldará con un
reparto de áreas geopolíticas, Ucrania para Estados Unidos-Unión Europea y
Crimea para Rusia?
Este conflicto aun puede ir a más y romper Ucrania en
dos, en perjuicio del Occidente: la parte occidental que es menos desarrollada,
se integraría en la UE, mientras el sector industrial y las costas del Mar
Negro se mantendrían bajo la influencia rusa. La “Doctrina Medvedev” establece
que el gobierno ruso tiene el deber de proteger a sus ciudadanos en cualquier
zona del mundo, y el hecho de que haya repartido previamente pasaportes rusos
entre los compatriotas ucranianos, les permite una entrada militar en el
escenario, de consecuencias imprevisibles para la paz mundial.
P- Por último, ¿ves la posibilidad de que se vuelva, a
escala global, a un escenario similar al de la guerra fría? ¿Puede configurarse
un bloque Rusia-China que haga frente a Estados Unidos?
El “concepto estratégico” de la OTAN, trazado en la
cumbre de la OTAN en 2012, que apuntaba contener a China como objetivo –vía
domesticar a Irán y Rusia-, preparaba el escenario para una Guerra Fría entre
las potencias mundiales por los recursos y las zonas de influencia. Sin
embargo, dos años después el eje Rusia-China se siente con tanta fuerza que
desafían a EEUU y a la UE. Hoy, Pekín ha declarado “ilegales” las sanciones
impuestas a Rusia y ha amenazado con exigir a EEUU el pago de sus deudas si no
las levanta. Existen dos grandes bloques donde Rusia y China coordinan sus
políticas: La Organización de Cooperación de Shangai y los BRICS.
De hecho, uno de los motivos de provocar crisis en
Ucrania era justamente acabar con la posibilidad de que se integrara en la OCS.
En diciembre pasado, Pekín firmó un acuerdo con Kiev, su socio estratégico,
para invertir 8.000 millones de dólares en el país y entregarle un préstamo de
10.000 millones a cambio del alquiler de tres millones de hectáreas de las
fértiles tierras ucranianas para los próximos 50 años, mientras estudiaba la
solicitud de Yuschenko de ingresar en la OCS. Por si estos acuerdos no fueran
suficientes para preocupar a la UE y EEUU, los BRICS estrechaban lazos con esta
tierra de grandes reservas de gas y campos de cereales. El reciente encuentro
de Obama con el tibetano Dalai Lama y el atentado terrorista que ha dejado unas
150 víctimas entre muertos y heridos en China, posiblemente por un grupo
separatista musulmán Uigur, son señales del uso de las cuestiones étnico-religiosas
para presionar a Pekín.
El acercamiento de Irán a EEUU, que va paralelo a su
alejamiento de Rusia y China, es un triunfo para Obama que ya tranquilo podrá
avanzar por el Mar de China (con millones de barriles de petróleo y billones de
pies cúbicos de gas), cercando al gigante, para luego controlar el estratégico
Estrecho de Malaca, que une el Mar de China Oriental con el océano Indico y
Europa. Por sus aguas circula la mitad del tonelaje mercante mundial. El
reparto de las zonas de influencia entre las grandes y pequeñas potencias,
sigue y bajo su peso, aplasta a cientos de miles de personas.
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