LATINO
AMERICA EN EL CONTEXTO MUNDIAL
CAMBIOS
DECISIVOS EN EL SISTEMA GLOBAL
Por:
Jorge Beinstein | Viernes, 31/10/2014
NOTA
INTRODUCTORIA por Hugo Adan
Hoy
es el momento clave para la inversión en
infra-estructura, para unir el SUR mediante las redes viales y sacar adelante
el proyecto UNASUR.
De aquí la importancia de la victoria de Dilma en Brasil. Todo lo que ella
necesita es asegurar su estabilidad depurando en las FFAA a todo aquel aun sueña
con el proyecto imperial USA de hundirnos en su crisis. El imperio ha fracasado en el sur y los
pueblos del sur son conscientes de ello. La triple derrota de los bufones USA así
lo demuestra, la victoria fue de Evo en
Bolivia, Dilma en Brasil y Tavares en Uruguay (aunque va al balotaje). Luego vendrá
la V en Paraguay y el camino estará llano para unir todo el este del sur latino
mediante una red vial que vaya desde Argentina hasta Venezuela. Luego vendrá la
Panamericana -con tren rápido también- que unirá el oeste desde Chile hasta Col, pasando por Perú
y Ecuador. El informe de octubre del IMF dejo claro también esta alternativa en
sus “Observaciones Fundamentales” .. ahora es un
buen momento para impulsar los proyectos de este tipo, indicaron,.. . la inversión en
infraestructura pública eleva el producto a corto y largo plazo y “si se realiza correctamente,
la inversión en infraestructura pública puede financiarse por sí sola”, indicaron.
Por si sola? eso me parece un cuentazo. Se va a necesitar del blindaje
financiero Chino-Ruso y el contexto internacional es favorable a ello. Ya
dieron el mínimo. Es ahora o nunca. Ver http://www.imf.org/external/spanish/pubs/ft/weo/2014/02/pdf/sums.pdf
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Leamos
el Art de Beinstein:
ENTRE
ILUSIONES Y GUERRAS DESESPERADAS CONTRA EL TIEMPO
El FMI ha
informado recientemente que en 2014 a nivel global el primer Producto Bruto
Interno (medido a paridad de poder de compra) ya no es el de los Estados Unidos
sino el de China. Según esa información en 2014 China representa el 16,4 % del Producto
Bruto Mundial contra 16,2 % de los Estados Unidos. En 1980 Estados
Unidos representaba el 22,3 % y China solo 2,3 %. En el año 2004 Estados Unidos
todavía parecía estar ubicado en una cima difícil de alcanzar con el 20,1 % del
Producto Bruto Mundial y China crecía pero llegaba al 9,1 % (menos de la mitad
del PBI estadounidense). En diez años más se equilibró la balanza y de acuerdo
al pronóstico del FMI la diferencia a favor de China aumentará en los próximos
años.
Ver
gráficos en las redes web de arriba
Los datos suministrados por el FMI
muestran no solo la expansión china sino también (principalmente) la
declinación de los Estados Unidos cuyo poderío económico relativo global fue retrocediendo año tras año
desde el inicio del siglo actual. La respuesta de su elite dirigente fue seguir
con el proceso de financierización que la había encumbrado al mismo tiempo que
degradaba al sistema industrial y acumulaba deudas mientras que para proteger y
prolongar sus privilegios parasitando sobre el resto del mundo exacerbó su
tendencia militarista. Lo que se había iniciado en la última etapa del gobierno
de Clinton se agravó con la llegada de George W. Bush y lo hizo aún más bajo la
presidencia de Obama . Las guerras se fueron sucediendo y extendiendo, la
crisis financiera de 2008 no calmó la euforia belicista, por el contrario la
acentuó y las bajas tasas de crecimiento productivo que siguieron, las amenazas
de default, el aumento de la marginalidad social, las pérdidas de mercados
externos y otras calamidades dejaron vía libre al autismo imperial. Nos
encontramos ante la reacción desesperada de un sistema drogado embarcado en una
loca fuga hacia adelante, los lobos de Wall Street convergen con los militares
hitlerianos de la OTAN al timón de un inmenso Titanic que alberga al conjunto
del G5 (Estados Unidos+Alemania+Francia+Japón+Inglaterra).
No se trata solo de China superando a
los Estados Unidos,
siguiendo los datos del FMI en 2014 el BRICS ha alcanzado al G5 (cada uno
representa aproximadamente el 30 % del Producto Bruto Mundial) y lo estaría
superando en 2015.
Ver
gráficos en las redes web de arriba
El
militarismo es asumido por la clase dominante norteamericana como la “solución”
a sus problemas buscando así someter a sus aliados-vasallos de la OTAN,
acorralar a Rusia y a China, sumergir en el caos a países de todos los
continentes y así tomar posesión de una amplia variedad de recursos naturales
de la periferia, desde el petróleo y el gas hasta llegar al coltan, al litio o
al oro. Esa andanada de agresiones comienza a transformarse en un súper
boomerang que golpea a la cabeza del imperio acosado por deudas y amenazas
inflacionarias y recesivas.
Por otra
parte no hay
desacople, la Unión Europea y Japón se hunden junto a su amo.
Tampoco se salvan los capitalismos “emergentes” de la periferia y aunque a
corto plazo sacan ventajas del debilitamiento del centro del mundo a mediano
plazo esos países van quedando atrapados en la decadencia global. Sus
principales clientes comerciales son precisamente las economías capitalistas
centrales declinantes mientras que la trama financiera (equivalente a veinte
veces el Producto Bruto Mundial) envuelve a todas las burguesías centrales y periféricas,
neoliberales y estatizantes, pobres y ricas.
Tanto Rusia como China seguidas por un amplio espectro de
países periféricos han conseguido gracias a los controles e intervenciones
económicas de sus estados preservar durante un cierto tiempo sus mercados
internos y sus estructuras productivas, pero las economías de China, India y
Brasil se desaceleran y en consecuencia se aceleran sus contradicciones
internas y Rusia ya ha entrado en recesión (suave por ahora).
El viejo centro del mundo en torno del
G5 apura su decadencia amenazando imponer el mayor desastre civilizacional y ecológico de la
historia en tanto que sus oponentes periféricos buscan resistir a una avalancha
que los desborda. Tratan de integrarse pero ocurre que cada potencia emergente ha
basado su prosperidad reciente en las demandas de los mercados centrales en
crisis que a través de complejas arquitecturas financieras y comerciales
pudieron mantener en funcionamiento sus economías inundando al planeta con
dólares sobrevaluados que les permitían comprar producciones periféricas a bajo
costo. Pero ahora y en el futuro previsible para seguir funcionando (en
realidad para prolongar su agonía) necesitan bajar aún más los costos
periféricos hasta llevar el proceso al nivel de saqueo. Por su parte los
periféricos no pueden prescindir de esos mercados centrales, no tienen
como remplazarlos completamente ni a corto ni a mediano plazo.
UN HORIZONTE DE GUERRAS Y CRISIS SE VA
INSTALANDO DE MANERA IRRESISTIBLE.
Ver
gráficos en las redes web de arriba
Asistimos actualmente a una doble
carrera contra el tiempo. En primer lugar la de Occidente y Japón que buscan someter en unos pocos años al resto
del mundo para saquear sus recursos naturales y exprimir velozmente lo que
reste de sus mercados internos. Sus estrategas consideran que de ese modo
podrían reducir los costos de sus empresas, preservar sus ganancias y sostener
a los mercados internos imperiales o por lo menos desacelerar su declinación.
Aunque el logro de esas metas choca con resistencias periféricas (estatales y
populares) que el Imperio no ha podido hasta ahora anular, además su decadencia
económica y política reduce año tras año la eficacia de dichos proyectos.
Por su parte los capitalismos
emergentes también desarrollan una guerra contra el tiempo aunque a un plazo
más largo que se va acortando. En torno del BRICS, las integraciones
eurasiáticas, latino-americanas, etc. buscan desarrollar mercados comunes que
remplacen a los mercados occidentales declinantes generando de ese modo una dinámica
capaz de salvarlos del desastre global motorizado por Occidente e incluso
arrastrando a este último más adelante hacia una nueva prosperidad. Pero esa
ilusión enfrenta problemas de casi imposible solución. Los emergentes
periféricos necesitan tiempo para reconvertirse y adaptarse a los
mercados de reemplazo internos y externos, si los capitalismos centrales se
derrumban a corto plazo los emergentes sufrirán el impacto de esa retracción y
entrarán en un período de crisis explosivas. Para que los capitalismos
centrales no se derrumben a corto plazo prolongando una suerte de declinación
controlada sería necesario que los mismos preserven sus privilegios monetarios
(hegemonía del dólar) y comerciales pero eso solo es posible a costa de la
estabilidad económica y política de los capitalismos emergentes. Doblegando a
Rusia, China, Irán y sus aliados y amigos periféricos podrían entonces saquear
libremente al conjunto de la periferia. Occidente lograría una suerte de
aterrizaje suave con lo que el planeta ingresaría en una era de decadencia
general prolongada.
Dicho de otra manera: para no caer
los emergentes necesitan que Occidente demore, desacelere su caída y para que
ello ocurra Occidente necesita saquear a la periferia, hacer caer a los
emergentes. De
todos modos si Occidente llega a tener éxito y sumerge en el caos al resto del
mundo seguramente ese caos provocará el quiebre de sus propias sociedades.
En
realidad ambas carreras contra el tiempo tienden a converger en un proceso
común de crisis, sus
ritmos diferenciados de desaceleración del crecimiento económico comienzan a
acercarse, (Brasil y Rusia por ejemplo se estancan actualmente igual que
Inglaterra o Japón) integrándose a un espacio universal de crisis políticas,
financieras, militares, sociales, locales, regionales, etc., es decir a la
trama compleja de la decadencia del capitalismo como sistema mundial. Las
esperanzas de superación de la crisis desde el interior del sistema se van
diluyendo, Occidente no recupera sus glorias definitivamente perdidas y desde
la periferia no llega la regeneración, el rejuvenecimiento del
capitalismo.
Algunos
años antes de la Comuna de París Proudhon describía a la Francia decadente de
su tiempo de la siguiente manera: “Todas la tradiciones están gastadas,
todas las creencias anuladas, en cambio el nuevo programa no aparece, no está
en la conciencia del pueblo, de ahí lo que yo llamo 'la disolución'. Es el momento más
atroz en la existencia de las sociedades”[1]. Como sabemos unos pocos años después, desde
lo más profundo del desastre emergió la Comuna de París
(1871), la
insurgencia efímera pero decisiva que
iluminó las rebeliones del
siglo XX.
El
horizonte negro que nos ofrece esta civilización contrasta con la increíble
vitalidad demográfica, tecnológica y social en general que demuestra que la humanidad lo que
anuncia son choques, confrontaciones, alternativas que deberían ir más allá de
los límites deteriorados del sistema.
jorgebeinstein@gmail.com
[1] Citado en
Pierre Olivier, “La Commune”, Ch. 1, Gallimard, Paris, 1939
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RELATED DOCTS:
Neoliberales en América Latina I.
Ortodoxos y convencionales Claudio Katz, sept 2014 http://katz.lahaine.org/index.php?autman=Claudio%20Katz&submit=Buscar
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El actual panorama económico mundial
y sus ... - SELA http://www.sela.org/attach/258/default/BOLETIN_NOTAS_ESTRATEGICAS_.pdf
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IMF World Economic Outlook (WEO) Legacies, Clouds, Uncertainties October 2014 http://www.imf.org/external/pubs/ft/weo/2014/02/
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Perspectivas de la economía mundial, ,
octubre de 2014 http://www.imf.org/external/spanish/pubs/ft/weo/2014/02/pdf/sums.pdf BUEN MOMENTO PARA DAR UN IMPULSO A LA INFRAESTRUCTURA
RELATED REPORTS
IMF Perspectivas de la economía mundial , abril de 2014 http://www.imf.org/external/spanish/pubs/ft/weo/2014/01/pdf/sums.pdf
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