DECLIVE DE ESTADOS UNIDOS ? Y DE TODOS LOS DEMÁS? Imposible, dice Petras
Introducción critica por Hugo Adan Nov 30, 2013
Si se lee el artículo
de Petras cuidadosamente se vera que su tesis es que NOHAY DECLIVE en America,
vale decir, que HAY IMPERIO PARA RATO. Acepta
Petras que la economía no marcha bien, pero no menciona que la 1ra fase de la
nueva guerra esta en camino, la guerra por la primacía del dólar. No se dice que esta guerra la
esta perdiendo EU (véase mi articulo “Status
of the currency war” en http://nd-hugoadan.blogspot.com/2013/11/status-of-currency-war-at-nov-13.html).
Ademas la
estructura financiera de EU es tan debil que no da para sostener los efectos una
guerra nuclear por muy corta que esta sea. Estámos en medio de una crisis que
se agravaría horriblemente y no solo aquí en los Estados Unidos, también en
Europa. Lo que hoy sostiene al imperio es el petro-dólar y la supremacía militar.
Al parecer
la estrategia de Rusos y Chinos es minar la base económica del poderío militar,
mientras se preparan para dar respuesta también militar al Imperio. Al parecer
la guerra podría estallar en 6 meses, que es el plazo que le han dado a Irán
para que desmonte su poderío nuclear (ellos quieren electrificar su país como lo
hacen otros paises con energía nuclear y se les quiere impedir hacerlo).
Se acusó a
Iran de estar fabricando bombas sin ninguna evidencia al respecto. En cambio
hay evidencias de que Israel si las posee y que son ellos la amenaza real en el
medio oriente y ellos la posible causa de la 3ra guerra mundial. Estos y los Saudis
(además de otros reyezuelos arabes) piensan bombardear Iran una vez se pruebe
que no tienen bombas nucleares ni capacidad de respuesta a su ataque.
El caso es
que Syria e Iran son la clave para instalar
los oleoductos y transportar el petróleo del Mar Caspio. Este proyecto de los
neo-cons de Bush en EU (de 1998) fue lo que impulso la guerra de EU contra Afganistán
e Irak a comienzos del siglo. Esta guerra está de nuevo en la agenda imperial y
de ser victoriosa, le dejaría a Israel su parte en la torta y a los Saudis el
monopolio del petróleo que refinan y comercian las empresas USA y la BP de los
Britts. Ademas los aliados de NATO se quedarían con el Petróleo de Irán. Este plan no es nuevo, ews un viejo suenio americano que jamas si hizo ni se hara realidad.
De aquí el interés
en desarmar a Iran. El show de la inspecciones a Iran, es un chantaje que ese
pueblo ha tenido que aceptar para aliviar los graves efectos del bloqueo
comercial y financiero que hoy sufren (el recién electo de Iran prometio
aliviar esa pena a su pueblo y es lo que ha conseguido con el pacto reciente
para evitar que la población iraní se subleve y mande abajo el sistema).
Las
inspecciones de EU y sus bufones sobre Iran, son solo un show. Lo cierto es que
el uranio enriquecido para fabricar
bombas no tiene que hacerse en Iran, los rusos se lo pueden dar y hasta quizá los
iranios ya tengan balística con ojivas nucleares. Me temo que los americanos
sospechan de esto y por eso no han
permitido que Israel bombardee a Irán.
Israel y los
Saudis serian los primeros blancos del “contra-ataque” Ruso-irani. Y si los
Saudis e Israel son bombardeados y también el golfo pérsico por donde transito
el petróleo hacia Europa, adiós al petro-dólar y al imperio. Esto por tanto generaría
la respuesta de EU al contra-ataque de Ruso-irani contra Israel y los Saudis en el medio oriente. Para esto los Rusos y
Chinos necesitan tiempo, aunque dicen estar ya listos para responder.
En un rápido
intercambio nuclear no solo EU seria bombardeado, también UK y algunos otros
paises asociados a NATO. La respuesta americana a un ataque nuclear sera el chovinismo
inicial que solo duraría un minuto en la historia mundial, luego vendría el hambre y la crisis partiría la
UNION USA en diferentes estados autónomos y con su propio banco central.
Con guerra
nuclear no solo ciudades USA desaparecerían del mapa, también ciudades enteras
de Rusia y China. Se dice que sería un intercambio nuclear que no duraría más
de 3 días. Ambos bloques se están preparando para esta eventualidad. Todo
depende de lo que ocurra en Iran el año que viene. Si Israel bombardea antes a Irán,
se arma el conflicto que desataría la 3ra guerra mundial.
Es posible
que la guerra se quede en el medio oriente luego de que Israelitas y Saudis
hayan sido incinerados y tambien Iran y Syria. Es posible que EU y Alemania (y
otros de la UE) no respondan en favor de Israelitas y Saudis. Que negocien en
cambio la paz.
SIN GUERRA EU
puede quedarse como potencia, pero ya no hegemónica, como ocurrió con el
imperio ingles que cayó en la 1ra guerra mundial. Solo entonces tendría validez
la tesis de James Petras del “no declive” americano. Para mi el declive si es real y si EU evita la guerra nuclear tendriamos una salida al estilo Britanico, es decir, habria imperio para rato, pero solo en el norte de las Americas. No seria un imperio global con un NATO agresor ni el dolar como moneda de Reserva mundial.
El dolar podria ser fuerte y America tambien, solo si se lo respalda con el oro robado a nivel mundial. Pero sobre todo si se le ajusta cuentas a los 12 grandes bancos privados que asaltaron el sistema monetario de EU en 1913 y hoy son los que imprimen el dolar. Desde que llego Nixon al poder este pais lucra imprimiendo dolares a diestra y siniestra. America podria ser fuerte si evita la guerra, pero no podria vivir cobrando tributos a sus paises satelites y recibiendo mercancias a precio devaluado del mundo entero.
Si no hay guerra, los petroleros van a nacionalizar su petroleo (seria el final de petro-dolar). Pero el mundo entero avanzaaria hacia fuentes limpias de energia y gravaria a los petroleros por su polucion. Los reyes del petroleo tendran que pagar por los danios que ocasiono el mal uso de esta riqueza natural (financiaron guerra mercenarias y destruyeron Estados y naciones enteras), de lo contrario les sera confiscado el petroleo mientras dura la transicion a nuevas fuentes de energia.
Los EU tambien tendran que pagar por los danios que ocasionaron sus guerras de pillaje, lo que podrian obviar si la Federacion se disuelve. No se salvarian los bancos privados y mafiosos detras del Federal. Esos banqueros de todos modos seran confiscados (parte para el Estado separatista y la otra parte para los Estados victimizados por el imperio actual).
Es dificil hoy aceptar la realidad de una transicion pacifica hacia una nueva America sin guerreristas y sin bancos mafiosos, pero aceptar los efectos de una guerra nuclear seria aun mucho mas dificil de aceptarse, si antes se ve los efectos que eso ocasionaria sobre Israel , los Saudis y Qatar (entre otros) en la 1ra etapa del conflicto.
Si hay intercambio nuclear mas alla del oriente medio, si la guerra llega a los Estados Unidos, los ajustes de cuentas internos y externos contra las empresas que lucraron con las guerras de pillaje seran muy grandes. Sin duda eso empezara dentro del mismo imperio pues este ha creado sus sepultureros, ha creado los soldados que habran de destruir la patria que los uso como asesinos para luego negarles real vida humana.
Con guerra nuclear por mas corta que sea, todos los grandes de hoy caeran y cuando los elefantes caen, caen sobre su propio grass, sobre sus propios pueblos. Y estos no querran ser victimados.
Si ocurre el intercambio nuclear mundial, nada quedaría igual en términos políticos ni económicos.
El dolar podria ser fuerte y America tambien, solo si se lo respalda con el oro robado a nivel mundial. Pero sobre todo si se le ajusta cuentas a los 12 grandes bancos privados que asaltaron el sistema monetario de EU en 1913 y hoy son los que imprimen el dolar. Desde que llego Nixon al poder este pais lucra imprimiendo dolares a diestra y siniestra. America podria ser fuerte si evita la guerra, pero no podria vivir cobrando tributos a sus paises satelites y recibiendo mercancias a precio devaluado del mundo entero.
Si no hay guerra, los petroleros van a nacionalizar su petroleo (seria el final de petro-dolar). Pero el mundo entero avanzaaria hacia fuentes limpias de energia y gravaria a los petroleros por su polucion. Los reyes del petroleo tendran que pagar por los danios que ocasiono el mal uso de esta riqueza natural (financiaron guerra mercenarias y destruyeron Estados y naciones enteras), de lo contrario les sera confiscado el petroleo mientras dura la transicion a nuevas fuentes de energia.
Los EU tambien tendran que pagar por los danios que ocasionaron sus guerras de pillaje, lo que podrian obviar si la Federacion se disuelve. No se salvarian los bancos privados y mafiosos detras del Federal. Esos banqueros de todos modos seran confiscados (parte para el Estado separatista y la otra parte para los Estados victimizados por el imperio actual).
Es dificil hoy aceptar la realidad de una transicion pacifica hacia una nueva America sin guerreristas y sin bancos mafiosos, pero aceptar los efectos de una guerra nuclear seria aun mucho mas dificil de aceptarse, si antes se ve los efectos que eso ocasionaria sobre Israel , los Saudis y Qatar (entre otros) en la 1ra etapa del conflicto.
Si hay intercambio nuclear mas alla del oriente medio, si la guerra llega a los Estados Unidos, los ajustes de cuentas internos y externos contra las empresas que lucraron con las guerras de pillaje seran muy grandes. Sin duda eso empezara dentro del mismo imperio pues este ha creado sus sepultureros, ha creado los soldados que habran de destruir la patria que los uso como asesinos para luego negarles real vida humana.
Con guerra nuclear por mas corta que sea, todos los grandes de hoy caeran y cuando los elefantes caen, caen sobre su propio grass, sobre sus propios pueblos. Y estos no querran ser victimados.
Si ocurre el intercambio nuclear mundial, nada quedaría igual en términos políticos ni económicos.
La tesis de
Petras no tiene por tanto base en el contexto que estamos observando (creciente
militarización). Su “no declive” o el “hay imperio para rato” no tiene sentido.
Leamoslo:
“En suma, -dice Petras- el
actual panorama global presenta un cuadro de derrotas significativas en las
políticas imperiales, al igual que pérdidas sustanciales para el Tesoro de
EE.UU. y la erosión del respaldo popular. Sin embargo… Las estructuras fundamentales del imperio
siguen intactas.” [..] “En
suma, las estructuras corporativas, financieras, militares, políticas y
culturales del imperio estadounidense continúan en su lugar y dispuestas a
recobrar hegemonía en el momento en que las oportunidades políticas se
presenten. .. El "declive de la influencia y del poder de EE.UU." es
relativo y puede ser revertido, incluso cuando no vuelva a su configuración
anterior. El punto teórico es que mientras las estructuras imperiales sigan
vigentes y mientras los colaboradores externos mantengan posiciones
estratégicas, EE.UU. podrá recuperar una posición dominante en la configuración
global de poder.”
=============
La economía
política del mundo es un mosaico de corrientes opuestas: deterioro interior y
enriquecimiento de la élite, nuevas fuentes de incremento de las ganancias y de
profundización del desencanto político, caída de los estándares de vida para
muchos y lujo extravagante para unos pocos; pérdidas militares en algunas
regiones y avances imperiales en otras. Se habla de configuraciones de poder
mundial de carácter unipolar, multipolar e incluso despolarizada. ¿Dónde,
cuándo, hasta qué punto y bajo qué circunstancias tienen validez dichas
caracterizaciones?
Las burbujas
crecen y se desvanecen -pero hablemos de los "beneficiados": Aquellos
que causan las crisis, recogen las mayores ganancias mientras sus víctimas no
tienen voz ni voto. La economía especulativa y el estado delictivo prosperan
promoviendo la perversión de la cultura y del lenguaje. "Periodismo
investigador", o reportaje a través de la mirilla, está de moda. El mundo
del poder gira descontrolado: Mientras se produce la decadencia, los poderes
líderes declaran: "¡o nuestro liderazgo o la ruina de todos!".
CONFIGURACIONES GLOBALES DE PODER
El poder es
una relación entre clases, estados e instituciones militares e ideológicas.
Cualquier configuración de poder depende de las luchas pasadas y presentes que
reflejan relaciones cambiantes de fuerza. Las estructuras y los recursos
materiales, las concentraciones de riqueza, armamento y medios tienen una gran
importancia; establecen el marco en el cual se insertan los dueños principales
del poder. Pero las estrategias para retener o ganar poder dependen del tejido
de alianzas, del desarrollo de guerras y de la negociación de la paz. Por
encima de todo, el poder depende de la fuerza de los cimientos internos. Estos
se basan en una economía productiva, un estado independiente y libre de
conflictos externos perjudiciales y de una clase dominante capaz de recolectar
recursos globales para "comprar" el consenso interno de la mayoría.
Para evaluar
la posición de Estados Unidos en la configuración global de poder es necesario
analizar las cambiantes relaciones políticas y económicas a dos niveles: por
región y por esfera de poder. La historia no transcurre siguiendo un patrón
lineal ni ciclos recurrentes: las derrotas militares y políticas en algunas
regiones pueden ir acompañadas de victorias importantes en otras. La decadencia
económica en algunas esferas y regiones puede estar compensada por marcados
avances en otros sectores económicos y en otras regiones.
En el
análisis final, no se trata de marcar los resultados en un tablero ni de sumar
victorias y restar derrotas sino de interpretar los resultados regionales y
sectoriales extrayendo la tendencia y las estructuras emergentes de la
configuración de poder global. Comencemos por examinar el legado de las guerras
recientes en el poder económico, militar y político global de EE.UU.
MANTENIMIENTO DEL IMPERIO ESTADOUNIDENSE: DERROTAS, RETIRADAS, AVANCES Y
VICTORIAS
Las
perspectiva dominante en los análisis más críticos sostien que en la década
pasada el imperio estadounidense ha sufrido una serie de derrotas militares, de
decadencia económica y que ahora enfrenta competidores más fuertes y la
probabilidad de mayores derrotas militares. La evidencia citada es contundente:
EE.UU. se vio forzado a retirar tropas de Irak, después de una ocupación
militar extremadamente costosa que duró una década, dejando un régimen que es
un estrecho aliado de Irán, el adversario regional de EE.UU. La guerra de Irak
saqueó la economía, privó a las corporaciones de EE.UU. de la riqueza del
petróleo, incrementó el presupuesto de Washington y los déficit de la balanza
comercial y disminuyó los estándares de vida de los ciudadanos de EE.UU.
La guerra de
Afganistán tuvo resultados similares, con altos costos externos, retirada
militar, regímenes subalternos débiles, descontento interno y carencia de
transferencia de poder (saqueo imperial) hacia el Tesoro de EE.UU. o hacia las
corporaciones privadas.
La guerra de
Libia causó la destrucción total de una rica economía petrolera en el Norte de
África, la desintegración total del estado y de la sociedad civil y la
emergencia de milicias armadas tribales y fundamentalistas opuestas a los
regímenes subalternos de EE.UU. y la Unión Europea en África del Norte, en la
región al Sur del Sahara y más allá. Washington decidió que, en lugar de seguir
beneficiándose de los jugosos acuerdos de gas y petróleo con el gobierno
conciliador de Kadafi, iba a impulsar un "cambio de régimen",
mediante una guerra que arruinó Libia y destruyó la viabilidad de un estado
central. La actual "guerra por intermediarios" en Siria ha
fortalecido a los señores de la guerra musulmanes, ha destruido la economía del
país y ha incrementado la cantidad de refugiados -que ya contaba con millones
de desplazados de las guerras en Irak y Libia. Las guerras imperiales de EE.UU.
han causado pérdidas económicas, inestabilidad política y ganancias militares
para los adversarios musulmanes.
América
Latina ha rechazado categóricamente los esfuerzos de EE.UU. para derrocar al
gobierno de Venezuela. El mundo entero -menos Israel y Washington- repudia el
embargo a Cuba. Proliferan las organizaciones de integración regional, que
excluyen a EE.UU. Ha disminuido la participación de EE.UU. en la balanza
comercial de la región, con Asia tomando el lugar dejado por EE.UU. en los
mercados latinoamericanos.
En Asia,
China consolida y expande sus vínculos económicos con los países clave,
mientras que el "pivot" de EE.UU. se centra principalmente alrededor
de los asentamientos militares en Japón, Australia y Filipinas. Es decir que
China es más importante que EE.UU. para la expansión económica de Asia, y al
mismo tiempo, China financia el déficit de la balanza comercial de EE.UU. y
revitaliza la economía estadounidense.
En África,
las fuerzas militares de EE.UU. llevan a cabo operaciones para promover los
conflictos armados e intensificar la inestabilidad. Mientras, los capitalistas
asiáticos, con grandes inversiones en los países estratégicos de África,
recogen los beneficios del boom de commodities, expanden los mercados e
incrementan las ganancias.
Las
revelaciones sobre la red de espionaje global de la NSA de EE.UU. han
perjudicado el accionar de los servicios de inteligencia y las operaciones
clandestinas. La inversión masiva de EE.UU. en el ciber-imperialismo, aunque
pudo haber beneficiado los intereses de algunas corporaciones privadas
privilegiadas, parece haber generado reacciones diplomáticas y prácticas
negativas para el imperio.
En suma, el
actual panorama global presenta un cuadro de derrotas significativas en las
políticas imperiales, al igual que pérdidas sustanciales para el Tesoro de
EE.UU. y la erosión del respaldo popular. Sin embargo, esta perspectiva
presenta debilidades notorias, especialmente en relación con otras regiones,
relaciones y esferas de la actividad económica. Las estructuras
fundamentales del imperio siguen intactas.
La OTAN, la
principal alianza militar liderada por el Pentágono, está ampliando su lista de
socios y expandiendo su campo de operaciones. Los estados del Báltico,
especialmente Estonia, son sitio de ejercicios militares a gran escala a solo
pocos minutos de las principales ciudades rusas. Tanto Europa del Centro como
del Este proveen bases para misiles que apuntan a Rusia. Ucrania recientemente
ha dado pasos para integrarse a la Unión Europea y para integrar la OTAN.
La Alianza
Trans-Pacífico (TPP) liderada por EE.UU. ha expandido sus socios entre los
países andinos: Chile, Perú y Colombia. Esto funciona como un trampolín para
debilitar los bloques de intercambio comercial en la región como MERCOSUR y
ALBA, que excluyen a Washington. Mientras tanto, la CIA, el Departamento de
Estado y las ONGs aliadas impulsan todo tipo de sabotajes económicos y campañas
de desestabilización política para debilitar al gobierno nacionalista de
Venezuela. Los banqueros y capitalistas pro-EE.UU. siguen trabajando para
sabotear la economía, generar inflación (50%), desabastecimiento de artículos
básicos de consumo y apagones eléctricos. El control que ejercen sobre los
medios de prensa de Venezuela les ha permitido explotar el descontento popular
echándole la culpa de la inestabilidad económica a la "ineficiencia del
gobierno".
Por
sobretodo, la ofensiva de EE.UU. en América Latina se ha enfocado en el golpe
militar en Honduras, en el sabotaje económico constante en Venezuela, en
campañas electorales y de medios en Argentina, en la guerra cibernética en
Brasil, mientras que a la par EE.UU. estrecha vínculos con los gobiernos
neoliberales complacientes de México, Colombia, Chile, Panamá, Guatemala y
República Dominicana. EE.UU. ha perdido influencia en América Latina durante la
primera década del siglo XXI, pero desde entonces ha recuperado parcialmente
algunos de sus clientes y socios. La recuperación relativa de la influencia de
EE.UU. en la región ilustra el hecho de que los "cambios de régimen"
y la disminución en la balanza comercial, no han desgastado los vínculos
financieros y corporativos con los poderosos intereses estadounidenses, incluso
en los países progresistas. La presencia continua de poderosos aliados
políticos -incluso aquellos "fuera del gobierno- constituye un trampolín
para que EE.UU. pueda recuperar su influencia en la región. Las políticas
nacionalistas y los proyectos de integración regional emergentes siguen siendo
vulnerables a los contraataques de EE.UU.
Mientras que
EE.UU. ha perdido influencia entre algunos países productores de petróleo, por
otra parte ha disminuido el grado de dependencia de las importaciones de gas y
petróleo gracias a un notable incremento de la producción energética vía
"fracking" y otras tecnologías extractivas intensivas. Mayor
autosuficiencia significa costos energéticos más bajos para los productores
internos, lo que aumenta su capacidad competitiva en los mercados mundiales, y
por ende la posibilidad de recuperar espacio en los mercados para sus
exportaciones.
El aparente
declive de la influencia imperial de EE.UU. en el mundo árabe, posterior a las
populares revueltas de la "Primavera Árabe", se ha detenido e incluso
se ha revertido. El golpe militar en Egipto, y el establecimiento y
consolidación de la dictadura militar en El Cairo sofocó las movilizaciones de
masa populares y nacionales. Egipto ha regresado a la órbita de EE.UU. e
Israel. En Argelia, Marruecos y Túnez los viejos y nuevos gobernantes están
aplastando cualquier protesta antiimperialista. En Libia, la fuerza aérea de
EE.UU. y la OTAN destruyeron el gobierno nacional populista de Kadafi,
eliminaron un modelo alternativo de estado de bienestar social y lo
reemplazaron con el saqueo neocolonial, pero hasta el momento no lograron
consolidar un régimen neoliberal aliado en Trípoli. Pandillas musulmanas
armadas adversarias, matones de grupos étnicos y monárquicos saquean y asolan
el territorio. La destrucción de un régimen antiimperialista no condujo al
establecimiento de un régimen proimperialista.
En el Medio
Oriente, Israel continúa despojando a los palestinos de la tierra y del agua.
EE.UU. sigue escalando las maniobras militares e imponiendo más sanciones
económicas contra Irán -debilitando a Teherán pero también disminuyendo la
riqueza y la influencia de EE.UU. por la pérdida del lucrativo mercado iraní.
Como en Siria, los aliados de EE.UU. y la OTAN destruyeron la economía nacional
y fragmentaron una sociedad compleja, sin lograr convertirse en los principales
beneficiados del proceso. Los mercenarios musulmanes han ampliados sus bases de
operación mientras que Hezbolá se ha consolidado como un importante actor en la
región. Las negociaciones actuales con Irán abrieron posibilidades para que
EE.UU. reduzca sus pérdidas y la amenaza regional de una nueva y costosa guerra
pero esas conversaciones son bloqueadas por una alianza entre el estado
sionista-militar de Israel, la monarquía de Arabia Saudita y la Francia
"socialista".
Washington
ha perdido influencia económica en Asia -ante el avance de China- pero está
implementando una contraofensiva regional, desde su red de bases militares en
Japón, Filipinas y Australia. Promueve un nuevo acuerdo económico
Trans-Pacífico que excluye a China. Esto pone de manifiesto la capacidad de
EE.UU. para intervenir y para delinear los intereses imperialistas. Sin
embargo, anunciar nuevas política y formas organizativas no es lo mismo que
implementarlas y proveerles un contenido dinámico. El cerco militar tendido por
Washington alrededor de China está contrabalanceado por la deuda billonaria
contraída con Beijín. Una política militar agresiva contra China podría causar
que China se decida a vender masivamente bonos del Tesoro estadounidense y que
las inversiones de quinientas multinacionales se hallen en serio peligro.
El reparto
del poder entre una potencia global establecida y una emergente, como los son
EE.UU. y China, no puede ser "negociado" a través de la superioridad
militar de EE.UU. Las amenazas y chicanas diplomáticas solo consiguen victorias
propagandísticas, únicamente los logros económicos de largo plazo pueden
constituir los caballos de Troya necesarios para erosionar el dinámico
crecimiento de China. Incluso hoy, la élite de China gasta cuantiosas sumas
para educar a sus hijos en las "prestigiosas" universidades de EE.UU.
y Gran Bretaña, donde se enseñan las doctrinas económicas de libre mercado y
las narrativas centradas en la noción de imperio. En la última década, los
políticos chinos más destacados y las corporaciones más adineradas han enviado
miles de millones de dólares de valores lícitos y no-lícitos hacia cuentas
bancarias en el exterior, para invertir en negocios inmobiliarios de lujo en América
del Norte y Europa y para lavado de dinero en paraísos de estas actividades.
Hoy, existe en China una facción poderosa de economistas y consejeros de las
élites financieras a favor de una mayor "liberalización financiera",
es decir, un dominio de las corporaciones financieras especuladoras de Wall
Street y la City de Londres. Mientras que las industrias chinas pueden estar
ganando espacios en la competencia por los mercados internacionales, EE.UU. ha
ganado y sigue ganando espacios en la estructura financiera de China.
La
participación de EE.UU. en el comercio de América Latina puede estar en
retroceso pero el valor absoluto del dólar se ha incrementado varias veces en
la última década.
EE.UU. puede
estar perdiendo clientes de derecha en América Latina pero los nuevos gobiernos
de centro-izquierda están colaborando activamente con las principales
corporaciones mineras y agro-industriales y con las empresas de
importación-exportación de bienes. El Pentágono no ha sido capaz de orquestar
golpes de estado, con la patética excepción de Honduras, pero todavía mantiene
una estrecha relación con los militares de América Latina de dos maneras: 1)
realizando actividades "antiterroristas", "antinarcóticos"
y de "control de migración" a nivel regional, 2) proporcionando
entrenamiento técnico y adoctrinamiento político mediante programas militares
"educativos" en el extranjero y 3) desarrollando ejercicios militares
conjuntos.
En suma, las estructuras
corporativas, financieras, militares, políticas y culturales del imperio
estadounidense continúan en su lugar y dispuestas a recobrar hegemonía en el
momento en que las oportunidades políticas se presenten. Por
ejemplo, un marcado declive en los precios de los bienes (k)
probablemente provocaría una crisis profunda e intensificaría los conflictos de
clase en los países gobernados por regímenes de centro-izquierda, que dependen
de las exportaciones agrícolas y mineras para financiar sus programas sociales.
En cualquier confrontación, EE.UU. impulsaría el derrocamiento del gobierno y
la reimplantación de un gobierno aliado neoliberal en asociación con las élites
económicas y militares. La fase actual de políticas y configuraciones de poder
post neoliberal es vulnerable. El
"declive de la influencia y del poder de EE.UU." es relativo y puede
ser revertido, incluso cuando no vuelva a su configuración anterior. El punto
teórico es que mientras las estructuras imperiales sigan vigentes y mientras
los colaboradores externos mantengan posiciones estratégicas, EE.UU. podrá recuperar
una posición dominante en la configuración global de poder.
Para que se
concrete el regreso imperial no hace falta que sigan "las mismas caras
conocidas". Ya hay nuevas figuras políticas, especialmente algunas con
credenciales de progresistas y retoques cosméticos de ideología
"socialmente incluyente" con papeles importantes en las nuevas redes
de intercambio dirigidas por el imperio. En Chile, la recientemente electa
Presidenta "socialista" Michelle Bachelet y el peruano ex-nacionalista
Ollanta Humala son grandes defensores de la Alianza Trans-Pacífico de
Washington, un mercado regional que compite con MERCOSUR y ALBA, y excluye a
China. En México, el Presidente Peña Nieto, cliente de EE.UU., está
privatizando la "joya" de la economía mexicana, PEMEX, la gigante
compañía petrolera, fortaleciendo el poder de Washington sobre los recursos
energéticos regionales y aumentando la independencia de EE.UU. del petróleo de
Medio Oriente. El Presidente colombiano Santos, el presidente de la
"paz", está negociando el fin de la guerrilla para expandir la
explotación multinacional de minerales y recursos energéticos localizados en
regiones disputadas por la guerrilla, un desenlace que le traerá grandes
beneficios a las corporaciones petroleras de EE.UU. En Argentina, Yacimientos
Petrolíferos Fiscales (YPF) ha firmado un contrato con el gigante petrolero
Chevron para explotar un gran yacimiento de gas y petróleo conocido como Vaca
Muerta. Este acuerdo expandirá la presencia de EE.UU. en Argentina en el área
energética, sumándose a la influencia ganada por Monsanto en el poderoso sector
agrícola.
No hay dudas
de que América Latina ha diversificado el comercio y que la participación de
EE.UU. ha experimentado un declive relativo. Los gobernantes latinoamericanos
ya no buscan ansiosamente la "certificación" de los embajadores de
EE.UU. antes de presentar una candidatura política. EE.UU. está totalmente
aislado en el boicot a Cuba. La OEA ya no es un paraíso para EE.UU. Pero hay
tendencias en el sentido contrario, como las reflejadas por el TPP. Hay nuevos
sitios de explotación económica, que no se hallan bajo el control absoluto de
EE.UU. que ahora sirven como trampolines desde donde obtener un incremento del
poder imperial.
CONCLUSIÓN
La economía
de EE.UU. está en una fase de estancamiento y no logra recuperar dinamismo
debido a una serie de guerras imperiales. Sin embargo, en el Medio Oriente, el
declive de EE.UU. en relación con el pasado, no fue acompañado de un ascenso de
los viejos rivales. Europa se halla en una crisis cada vez más profunda, con un
ejército inmenso de desocupados, crecimiento negativo crónico y pocos signos de
recuperación para el futuro cercano. Incluso China, el nuevo poder global
emergente, está disminuyendo su crecimiento, que ha bajado del 11% al 7% en la
década actual. Beijín enfrenta un creciente descontento interno. India, al
igual que China, está liberalizando su sistema financiero, abriéndolo a la
penetración e influencia del capital financiero de EE.UU.
Las
principales fuerzas antiimperialistas de Asia y África no son los movimientos
progresistas, seculares, democráticos o socialistas. Los movimientos que se
enfrentan al imperialismo son religiosos, étnicos, misóginos y autoritarios con
tendencias irredentistas. Las viejas voces seculares y socialistas han perdido
fuerza, y proporcionan "justificaciones" perversas para las guerras
de agresión en Libia, Mali y Siria. Los socialistas franceses, que se opusieron
a la guerra de Irak en el 2003, ahora tienen al Presidente Hollande parodiando
el militarismo brutal del señor de la guerra israelí, Netanyahu.
El punto es
que tanto la tesis del "declive del imperio estadounidense" como su
corolario, "la crisis de EE.UU." es una exageración, dependiente del
tiempo y carente de datos específicos. En realidad no hay una alternativa al
imperio ni una tendencia antiimperialista en el horizonte inmediato. Mientras
que es cierto que el capitalismo occidental está en crisis, la reciente curva
ascendente del capitalismo asiático en China e India enfrentan diferentes
crisis producidas por la salvaje explotación de clase y por las criminales
relaciones de casta. Si las condiciones objetivas están "maduras para el
socialismo", los socialistas, al menos aquellos que tienen alguna
presencia política, se hallan cómodamente insertados en sus respectivos
regímenes imperialistas. Los marxistas y socialistas de Egipto respaldaron a
los militares para derrocar el gobierno conservador musulmán electo por el
pueblo, conduciendo a la restauración de un régimen pro-imperialista en el
país. Los "marxistas" franceses e ingleses han respaldado la
destrucción de Libia y Siria por parte de la OTAN. Numerosos progresistas y
socialistas, en Europa y Estados Unidos apoyan a los israelíes militaristas y/o
se quedan callados ante el poder sionista interno en el poder ejecutivo y en el
legislativo.
Si el
imperialismo está en una fase de declive, también lo está el antiimperialismo.
Si el capitalismo está en crisis, los anticapitalistas están en retirada. Si
los capitalistas buscan nuevos rostros e ideólogos para restablecer su
prosperidad, ¿no es hora de que los antiimperialistas y anticapitalistas hagan
lo mismo?
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