EE.UU. FINANCIÓ A ACTIVISTAS CONTRARIOS A MURSI
Documentos revelan que EE.UU.
financio grupos egipcios que presionaron por el derrocamiento del presidente
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[NOTA
INTRODUCTORIA por Hugo Adan
1. Morsi ni
represento los intereses del pueblo ni sirvió bien los del imperio. Su
presencia no cabia en el contexto
regional. Gaddafi en Lybia construyo más autonomía que Morsi. El Koran de Morsi
está hecho de papel higiénico no usable por el imperio para su necesidades
regionales, lo dijo un analista en EU. En el circo imperial que ya empieza a
levantar carpa, EU no necesita de payasos como Morsi, los prefiere como el de
Israel.
2. Morsi no
lidero ninguna revolución (se apropió de la que lidero el pueblo) ni represento
ninguna democracia en Egipto (dejo el sistema de poder mubarista intacto,
aunque hubo cambio de fachada pero no de contenido). El jamás tuvo un proyecto
de reconstrucción nacional como si lo tuvo Nasser.
3. Decir que
hay que defenderlo porque represento la democracia es hoy una idiotez. Pero
defenderlo en nombre de un proceso de democratización liderado por la oposición
a ambos, Morsi y al-Sissi, es correcto. La propuesta alemana de restaurarlo en
el poder a Morsi pero solo en forma provisional, a condición de que llame
nuevas elecciones, era lo mas correcto. Era el camino a la democratización del país.
Esta propuesta fue liquidada por NATO y su comando israelí-americano detrás de
al-Sissi, Ellos liquidaron la transición democrática en Egipto y en el fracaso
de esta política, America, Israel y al-SIssi son los directos responsables. La única
forma de regresar al proyecto de democratización es sacar a Sissi del poder
mediante una Huelga Nacional como la que precedió de caída de Mubarack y
presionar en la prensa por el Juicio a Morsi en la Corte Internacional poer el
terrorismo estatal que implemento el 14 y 16 de Agosto.
4. De todos
modos copiamos el art que a pesar de admitir la injerencia americana en este
lio concluye en que restaurar la democracia supone respetar la continuidad del
gobierno electo, negando asi la validez del impeachement a Morsi. Ni realism político
ni real propuesta de solución al problema. Para mi la única salida de la
continuidad de la lucha: El Paro Nscional indefinido. Morsi no duraría ni un
mes si eso ocurre, sus días de vida estarían contados.
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Berkley,
EE.UU., El presidente Barack Obama declaró recientemente que EE.UU. no tomó
partido cuando la crisis de Egipto llegó al punto crítico con el derrocamiento
militar del presidente democráticamente elegido.
Pero el
estudio de docenas de documentos del gobierno federal de EE.UU. muestra que
Washington financió sigilosamente a altas personalidades de la oposición
egipcia que llamaron al derrocamiento del ahora depuesto presidente Mohamed
Mursi.
Documentos
obtenidos por el Programa de Información Investigadora en la Universidad de
California, Berkeley, muestran que EE.UU. envió dinero a través de un programa
del Departamento de Estado para promover la democracia en la región de Medio
Oriente. El programa apoyó vigorosamente a los activistas y políticos que han
fomentado la agitación en Egipto, después que el autocrático presidente Hosni
Mubarak fuera derrocado en un levantamiento popular en febrero de 2011.
El programa
del Departamento de Estado, apodado por los funcionarios estadounidenses como
“iniciativa de ‘ayuda a la democracia’”, forma parte de un esfuerzo del
gobierno de Obama para de detener la marginación de los laicos favorables a
Washington y recuperar la influencia en países de la Primavera Árabe que
presenciaron el ascenso de los islamistas, que en general se oponen a los
intereses de EE.UU. en Medio Oriente.
Los
documentos del gobierno muestran que los activistas financiados por el programa
incluyen a un oficial exiliado de la policía egipcia que conspiró para el
derrocamiento violento del gobierno de Mursi, a un político antiislamista que
propugnó el cierre de mezquitas y que se sacara por la fuerza a los
predicadores, así como una serie de políticos opositores que presionaron por el
derrocamiento del primer dirigente democráticamente elegido del país.
La
información obtenida bajo la Ley de Libertad de la Información, entrevistas y
archivos públicos revelan que la “ayuda a la democracia” de Washington puede
haber violado la ley egipcia que prohíbe el financiamiento político desde el
extranjero.
También
puede haber infringido leyes de EE.UU. que prohíben el uso de dineros públicos
para financiar a políticos extranjeros o actividades subversivas contra
gobiernos democráticamente elegidos.
‘OFICINA
PARA LA DEMOCRACIA’
El programa
de ayuda a la democracia de Washington para Medio Oriente se filtra a través de
una pirámide de agencias del Departamento de Estado. Cientos de millones de
dólares del contribuyente se canalizan a través de la Oficina para la
Democracia, los Derechos Humanos y el Trabajo (DRL), una organización la Iniciativa
de Asociación de Oriente Medio (MEPI), USAID, así como la organización cuasi
gubernamental con base en Washington Fundación Nacional por la Democracia
(NED).
Por su
parte, esos grupos reenvían dinero a otras organizaciones como el Instituto
Internacional Republicano, el Instituto Nacional Demócrata (NDI) y Freedom
House, entre otros. Documentos federales muestran que estos grupos han enviado
fondos a ciertas organizaciones en Egipto, dirigidas en su mayoría por altos
miembros de partidos políticos contrarios a Mursi, quienes al mismo tiempo se
presentan como activistas de ONG.
La
Iniciativa de Asociación de Oriente Medio –lanzada por el gobierno de George W.
Bush en 2002 en un intento de influir en la política en Medio Oriente después
de los ataques terroristas del 11 de septiembre–que ha gastado cerca de 900
millones de dólares en proyectos por la democracia en toda la región, muestra
una base de datos de subvenciones federales.
USAID
administra cerca de 1.400 millones anualmente en Medio Oriente, de los cuales
390 millones se dedican a la promoción de la democracia, según el Proyecto para
la Democracia en Medio Oriente (POMED) basado en Washington.
El gobierno
de EE.UU. no publica cifras de los gastos por país, pero Stephen McInerney,
director ejecutivo de POMED, calculó que Washington gastó unos 65 millones de
dólares en 2011 y 25 millones en 2012. Dijo que espera que este año se gaste
una cantidad similar.
Un conducto
importante para canalizar los fondos para la democracia del Departamento de
Estado a Egipto ha sido la Fundación Nacional por la Democracia (NED).
Documentos federales muestran que la NED, que en 2011 obtuvo un presupuesto
anual de 118 millones de dólares del Congreso, envió por lo menos 120.000
dólares durante varios años a un oficial de policía egipcio exiliado que ha
incitado durante años a la violencia en su país nativo.
Esto parece
estar en contradicción directa con su mandato del Congreso, que señala
claramente que la NED debe involucrarse solo en el cambio político “pacífico” en
el exterior.
POLICÍA EN
EXILIO
El coronel
Omar Afifi Soliman –que sirvió en la unidad de elite de la policía de
investigación en Egipto, tristemente célebre por sus abusos de los derechos
humanos– comenzó a recibir fondos de la NED en 2008 por lo menos durante cuatro
años.
Durante ese
tiempo él y sus seguidores atacaron al gobierno de Mubarak y posteriormente
Soliman siguió las mismas tácticas contra los gobernantes militares que lo
reemplazaron brevemente. Hace poco Soliman puso la mira en el gobierno de
Mursi.
Soliman, que
tiene estatuto de refugiado en EE.UU., fue condenado in absentia el año
pasado a cinco años de cárcel por un tribunal de El Cairo por su papel en la
incitación a la violencia en 2011 contra las embajadas de Israel y Arabia
Saudí, dos aliados de EE.UU.
También
utilizó las redes sociales para propugnar ataques violentos a funcionarios
egipcios, según documentos del tribunal y un estudio de sus artículos en las
redes sociales.
Los
documentos del Servicio de Rentas Internas (IRS) de EE.UU. revelan que la NED
pagó decenas de miles de dólares a Soliman a través de una organización, creada
por él, denominada Hukuk Al-Nas (Derechos del Pueblo), con base en Falls
Church, Virginia. Los formularios federales muestran que es el único empleado.
Después de
recibir una beca por los derechos humanos de la NED en 2008 y llegar a EE.UU.,
Soliman recibió una segunda beca de la NED de 50.000 dólares en 2009 para Hukuk
Al-Nas. En 2010 recibió 60.000 dólares y otros 10.000 en 2011.
En una
entrevista con el Programa de Información de Investigación en la Universidad de
Berkeley, Soliman admitió renuentemente que recibió dinero del gobierno de
EE.UU. de la NED, pero se quejó de que no fue suficiente. “Es como 2.000 o
2.500 dólares al mes”, dijo. “¿Piensa que es demasiado? Obama quiere darnos
sumas insignificantes. No lo aceptaremos.”
La NED ha
eliminado el acceso público a los receptores de sus subsidios egipcios en 2011
y 2012 de su web. Los funcionarios de la NED no respondieron a repetidas
solicitudes de entrevista.
‘ASESORÍA PRO
BONO’
En su web,
la NED dice que Soliman solo difunde literatura no violenta y que su grupo se
creó para suministrar “asesoría legal inmediata pro bono a través de una
línea telefónica para urgencias, mensajería instantánea y otros instrumentos de
las redes sociales”.
Sin embargo,
en entrevistas en los medios egipcios, artículos en los medios sociales y
vídeos en YouTube, Soliman alentó el derrocamiento violento del gobierno de
Egipto, dirigido entonces por el Partido Libertad y Justicia de los Hermanos
Musulmanes.
“Incapacitadlos
rompiéndoles primero las rodillas”, instruyó a los seguidores de su Facebook a
finales de junio, cuando los oponentes de Mursi preparaban masivas
manifestaciones callejeras contra el gobierno. Los militares egipcios,
financiados y entrenados por EE.UU., utilizaron posteriormente esas
manifestaciones para justificar su golpe del 3 de julio.
“Colocad una
barrera en la carretera con un tronco de palmera para detener a los autobuses
que van a El Cairo y empapad la carretera con gasolina y diesel. Cuando el
autobús frene debido a la barrera, encendedlo todo para que se queme con todos
los pasajeros en su interior… Que Dios os bendiga”, decía el artículo de
Soliman.
A finales de
mayo instruyó: “Decapitad a los que controlan los servicios de electricidad,
agua y gas”.
Soliman
eliminó varios artículos antiguos de las redes sociales después de que las
autoridades egipcias vieran sus instrucciones subversivas, según muestran los
documentos judiciales.
Unas instrucciones
más recientes en Facebook a sus 83.000 seguidores varían entre recomendaciones
de regar las carreteras con una mezcla de lubricante para coches y gasolina
–“20 litros de aceite para 4 litros de gasolina”– y la forma de burlar a los
coches perseguidores.
En un vídeo
de YouTube, Soliman reivindicó en diciembre un intento fracasado de invadir el
palacio presidencial egipcio con pistolas y cócteles Molotov para derrocar a
Mursi.
“Sabemos que
recibe apoyo de algunos grupos en EE.UU., pero no nos consta que reciba apoyo
del gobierno de EE.UU. Eso sería algo nuevo para nosotros”, dijo un funcionario
de la embajada egipcia que declaró de forma anónima porque no estaba autorizado
para hablar con los medios.
FINANCIACIÓN
A OTROS OPONENTES DE MURSI.
Otros
beneficiarios de financiamiento del gobierno de EE.UU. también son oponentes
del ahora depuesto presidente, algunos de los cuales habían llamado a derrocar
a Mursi por la fuerza.
El principal
bloque opositor, el Frente de la Salvación, del que varios miembros recibieron
financiamiento de EE.UU., ha respaldado campañas de protesta callejera que se
volvieron violentas contra el gobierno elegido, en contradicción con muchas de
las propias líneas directrices del Departamento de Estado.
Una antigua
beneficiaria de la NED y de otros grupos de EE.UU. para la democracia es una
mujer egipcia de 34 años, Esraa Abdel-Fatah, que se hizo célebre durante la
batalla campal por la nueva constitución en diciembre de 2012.
Llamó a los
activistas a sitiar las mezquitas y arrancar de los púlpitos a todos los
predicadores y personalidades religiosas musulmanas que apoyaban la propuesta
de constitución antes de que llegara a un referéndum público.
El acto de
sitiar las mezquitas ha continuado desde entonces y varias personas han muerto
en los enfrentamientos.
Los archivos
federales muestran que la ONG de Abdel-Fatah, la Academia Democrática Egipcia,
recibió apoyo de la NED, MEPI y NDI, entre otros grupos de “ayuda a la
democracia” financiados por el Departamento de Estado. Los archivos muestran
que la NED dio a la organización una subvención de 75.000 dólares en el año
2011.
Abdel-Fatah
es políticamente activa, cruza Egipto de un lado a otro para concentrar el
apoyo a su Partido Al-Dostor, que está dirigido por el exjefe nuclear de la ONU
Mohamed El-Baradei, la personalidad más destacada del Frente de Salvación.
Brindó pleno apoyo a la toma del poder por parte de los militares e instó a
Occidente a no calificarla de “golpe”.
“El 30 de
junio será el último día del período de Mursi”, dijo a la prensa unas semanas
antes del golpe.
También se
ha enviado dinero público estadounidense a grupos establecidos por algunas de
las personas más ricas de Egipto, provocando preguntas sobre el derroche del
programa para la democracia.
Michael
Meunier es un invitad frecuente en canales de televisión que se opusieron a
Mursi. Meunier, jefe del Partido Al-Haya y con la doble nacionalidad
estadounidense y egipcia, calladamente ha recolectado fondos de EE.UU. a través
de su ONG, Asociación De la Mano por Egipto.
La
organización de Meunier fue fundada por algunas de las personalidades más
vehementes de la oposición, incluyendo al hombre más rico de Egipto y conocido
multimillonario cristiano copto Naguib Sawiris, Tarek Heggy, ejecutivo de la industria
petrolera, Salah Diab, socio de Halliburton en Egipto, y Usama Ghazali Harb, un
político con raíces en el régimen de Mubarak y frecuente contacto de la
embajada de EE.UU.
Meunier ha
negado que haya recibido ayuda de EE.UU., pero algunos documentos del gobierno
muestran que en 2011 la USAID otorgó 873.355 dólares a su organización basada
en El Cairo. Desde 2009 ha recibido 1.300 millones de dólares de la agencia
estadounidense.
Meunier
ayudó a unir a la minoría de cinco millones de cristianos ortodoxos coptos del
país, que se oponen a la agenda islamista de Mursi, para que salieran a las
calles contra el presidente el 30 de junio.
El miembro
del Partido Reforma y Desarrollo, Mohammed Essmat al-Sadat, recibió apoyo
financiero de EE.UU. a través de su Asociación Sadat por el Desarrollo Social,
beneficiaria de MEPI.
Los archivos
y la base de datos de los subsidios federales muestran que en 2011 Sadat obtuvo
84.445 dólares de MEPI “para trabajar con los jóvenes en el Egipto
posrrevolucionario”.
Sadat fue
miembro del comité de coordinación, el principal organismo organizador de la
protesta del 30 de junio contra Mursi. Desde 2008 cobró 265.176 dólares en
financiamiento estadounidense. Sadat anunció que volverá a presentarse como
candidato en las próximas elecciones parlamentarias.
Despuésde
que los soldados y policías mataron a más de 50 partidarios de Mursi el lunes,
Sadat defendió el uso de la fuerza y culpó a la Hermandad Musulmana, diciendo
que utilizó a mujeres y niños como escudos.
Algunos políticos
respaldados por EE.UU. han dicho que Washington los alentó tácitamente para que
incitaran a las protestas.
“Los
estadounidenses nos dijeron que si vemos grandes protestas callejeras que se
mantienen durante una semana, reconsiderarán todas las actuales políticas de
EE.UU. hacia el régimen de la Hermandad Musulmana”, dijo Saaddin Ibrahim,
político egipcio-estadounidense opuesto a Mursi.
El Centro
Ibn Khaldoun de Ibrahim, en El Cairo, recibe financiamiento de EE.UU., y de
hecho es uno de los mayores receptores de dinero para la promoción de la
democracia.
Sus
comentarios tienen lugar después de las declaraciones de otros políticos
egipcios de oposición que afirman que han sido animados por funcionarios
estadounidenses para que estimulen el sentimiento público contra Mursi antes de
que Washington pueda hacerlo públicamente.
DEFENSA DEL
PROGRAMA PARA LA DEMOCRACIA
La práctica
de financiar a políticos y activistas antigubernamentales a través de las ONG
fue defendida con vehemencia por el Departamento de Estado y por un grupo de
expertos en Medio Oriente basados en Washington, cercanos al programa.
“La línea
entre política y activismo es muy confusa en este país”, dijo David Linfield,
portavoz de la Embajada de la embajada de EE.UU. en El Cairo.
Otros dijeron
que no se puede hacer responsable a EE.UU. de las actividades de grupos que no
controla.
“Es un
escenario político tórrido y dinámico”, dijo Michelle Dunne, experta en el think-tank
Atlantic Council. Su esposo, Michael Dunne, fue condenado en absentia a
cinco años de cárcel por un tribunal cairota por su papel en el financiamiento
político en Egipto.
“Solo porque
le das a alguien dinero no puedes limitar su libertad o la posición que quiera
tomar”, dijo Dunne.
Elliot
Abrams, exfuncionario del gobierno de George W. Bush y miembro del Grupo de
Trabajo sobre Egipto que incluye a Dunne, negó en un correo electrónico que
EE.UU. haya pagado a políticos en Egipto o en otros lugares de Medio Oriente.
“EE.UU. no
suministra financiamiento a partidos o ‘políticos locales’ de Egipto u otro
sitio”, dijo Abrams. “Lo prohíbe a ley y la ley es escrupulosamente respetada
por todas las agencias estadounidenses, bajo la cuidadosa supervisión del
Congreso”.
Pero un
funcionario del Departamento de Estado que habló de manera anónima debido a lo
delicado del tema, dijo que el apoyo estadounidense a los activistas políticos
extranjeros se ajusta a los principios de EE.UU.
“El gobierno
de EE.UU. brinda apoyo a los activistas de la sociedad civil por la democracia
y los derechos humanos de todo el mundo, en línea con nuestros valores
arraigados como el respeto de los derechos humanos fundamentales de libre
expresión, reunión pacífica y dignidad humana”, escribió el funcionario en un
correo. “La ayuda estadounidense a Egipto está de acuerdo con esos principios”.
El mes
pasado un tribunal de El Cairo condenó a 43 trabajadores de ONG nacionales y
extranjeras por utilización ilegal de fondos extranjeros para provocar
agitación en Egipto. EE.UU. y las Naciones Unidas expresaron su preocupación
por este hecho.
FUERA DE
TONO
Algunos
observadores de Medio Oriente sugieren que la presión de EE.UU. para la
democracia en Egipto puede tener más que ver con la compra de influencia que
con la ampliación de los derechos humanos y el buen gobierno.
“El
financiamiento de los políticos es un problema”, dijo Robert Springborg, quien
evaluó los programas del Departamento de Estado para la democracia en Egipto y
ahora es profesor en el Departamento de Seguridad Nacional en la Escuela Naval
de Posgrado en Monterrey, California.
“Si se
dirige un programa para la observación de las elecciones o para el desarrollo
de la capacidad de los medios para los partidos políticos, no me opongo. Pero
suministrar mucho dinero a los políticos pienso que justifica muchas
preguntas”, dijo Springborg.
Algunos
egipcios, mientras tanto, dijeron que EE.UU. está fuera de tono al enviar
dinero a través de su programa para la democracia en Medio Oriente a
organizaciones dirigidas por operadores políticos.
“En lugar de
ser sincero sobre el respaldo a la democracia y la ayuda al pueblo egipcio,
EE.UU. ha elegido un camino poco ético”, dijo Esam Neizamy, investigador
independiente de financiamiento extranjero en Egipto, y miembro de Fideicomisarios
Revolucionarios, un grupo creado para proteger la revolución de 2011.
“Los
estadounidenses creen que pueden ser más astutos que mucha gente en Medio
Oriente. Son muy hostiles hacia el pueblo egipcio que no siente nada que no sea
buena voluntad hacia ellos, hasta ahora”, dijo Neizamy.
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