miércoles, 14 de diciembre de 2011

ADONDE VA LATINO AMERICA?

LA IZQUIERDA AVANCE O RETROCESO?
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=141256
Entrevista con el escritor y periodista Jose Steinsleger

Ediciones del Movimiento de Solidaridad Nuestra América

“No hace mucho, Fidel recordó una reflexión del bolchevique Nicolás Bujarin: en el fondo nadie sabe lo que es el socialismo. Con esto advirtió de que es imposible definir el socialismo de antemano. Pero induzcamos al consenso: con el Che volamos, con Allende soñamos, y con Fidel aterrizamos”

MOVIMIENTO DE SOLIDARIDAD NUESTRA AMÉRICA (MSNA):
¿QUÉ DIFERENCIAS OBSERVA USTED ENTRE LAS FUERZAS DE IZQUIERDA QUE EN NUESTRA AMÉRICA RECIBEN DISTINTOS CALIFICATIVOS: “VIEJA IZQUIERDA”, “IZQUIERDA REVOLUCIONARIA”, “NUEVA IZQUIERDA”, ETCÉTERA?

José Steinsleger: en noviembre de 1989, arrancaron los “120 días de Sodoma”: caída del muro de Berlín, invasión militar yanqui de Panamá, Nobel de la Paz al Dalai Lama, inicio de la disolución de la Unión Soviética y derrota electoral de los sandinistas. Hechos que coincidieron con el clímax del neoliberalismo en México, Argentina y Chile.

Las izquierdas cayeron en el catatonismo ideológico, y sintieron que algo muy denso y enredado implosionaba en sus filas. En la primera cumbre de presidentes y jefes de Estado “iberoamericanos” (Guadalajara, 1991), el rey Juan Carlos I anunció, metafóricamente, la reconquista española. Fidel Castro, manifestó entonces: “Pudimos serlo todo. Somos nada”.

Al año siguiente, un grupo de militares patrióticos se alzó en Venezuela, y el primero de enero de 1994, cuando México ingresó al Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá, los indígenas chiapanecos del Ejército Zapatista de Liberación Nacional ocuparon la legendaria ciudad de San Cristóbal de las Casas. Y, en paralelo, el fracaso del llamado “Consenso de Washington” mostraba las primeras fisuras, dando paso al dilatado período de estallidos sociales contra el capitalismo salvaje.

Los pueblos consiguieron derrocar a once presidentes elegidos: Brasil (1992), Venezuela (1993), tres en Ecuador (1997/ 2000/ 2005), Paraguay (1999), cuatro en Argentina (2001), y uno más en Bolivia (2003). Poco a poco, las izquierdas salieron del estado de shock y se volcaron a desentrañar “lo viejo” y “lo nuevo” de los insólitos acontecimientos. Todo se revisó.

EXTRACTOS

MSNA: ¿EN QUÉ MOMENTO SE EQUIVOCAN LAS IZQUIERDAS?

JS : cuando las ideas no cuadran con la realidad, aparecen los equívocos: procesos emancipadores que se miran por el ojo de la cerradura; creer que la unidad es amontonamiento; aspirar a que la realidad encaje a huevo con la teoría; conectar la reflexión a cables de alto voltaje ideológico; deshistorizar las luchas populares; disputar con hambre caníbal el canon de la revolución; olvidar que la agenda emancipadora de los intelectuales responde a plazos largos, y la de los pueblos tiene plazos cortos.

Y junto con los equívocos, los prejuicios: pensar que para ser revolucionario “se debe” ser marxista; el determinismo histórico; repetir cosas leídas al pie de la letra en textos pensados para épocas y realidades distintas de la propia; creer que la “unidad de la izquierda” antecede a la unidad de las fuerzas democráticas y antiimperialistas, etcétera.

Las izquierdas fallan cuando sus teorías son seducidas por el "teoricismo" y cierto pragmatismo que las conducen al oportunismo. ¿Hasta cuándo se confundirá ideología con política, pureza con firmeza, lo anhelado con lo real? Las izquierdas falsean sus horizontes libertarios cuando subestiman las volátiles formas del nacionalismo popular o se descalifican las potencialidades de un Estado porque “apenas es progresista”, cuando se omite el legado de los que nos precedieron en estos afanes, y cuando se da por desaparecido el imperialismo yanqui

MSNA: ¿CUÁLES SON LAS DIFICULTADES QUE ENFRENTAN LAS IZQUIERDAS PARA DESARROLLAR SUS ESTRATEGIAS EMANCIPATORIAS?

Las “viejas” izquierdas nunca han podido articular lo nacional con las teorías “universales” de importación. Las nefastas experiencias de los nacionalismos europeos (que nada tuvieron que ver con los nuestros), las lleva a despreciar lo nacional en desmedro de lo universal que circula frente a sus ojos. El ideologismo y el clasismo a ultranza las neutraliza y anula, impidiéndoles elaborar una estrategia propia. En lugar de ideas, mastican jeroglíficos. Como mucho, acompañan los procesos emancipadores. Pero subestiman sus potencialidades con sufrida displicencia intelectual.

Y todo eso, a despecho de la Segunda Declaración de La Habana que, asimismo, aplauden pero digieren mal: “Ya Martí, en 1895, señaló el peligro que se cernía sobre América y llamó al imperialismo por su nombre: imperialismo…. ¿Qué es la historia de Cuba sino la historia de América Latina?” (1962)

Sólo la autoridad moral de Fidel consiguió que algunos profesores del proletariado dejaran de mirar feo a Chávez. No obstante, persisten en fiscalizarlo “pour la gallerie”. No vaya a ser que el comandante olvide algún requisito del “buen revolucionario”. A Evo Morales y Rafael Correa, los degradan a “estatistas” o “neodesarrollistas”. Basta con revisar las páginas web de algunos medios “alternativos” de Argentina que califican la política económica de los Kirchner como “epifenómeno” de la impuesta por la dictadura cívicomilitar de Videla. Ni hablar de las que, a última hora, descubrieron el “sujeto” perdido de la revolución: el indigenismo redentor y portador de los secretos de la rebeldía mundial.

MSNA: ¿CUÁLES SERÍAN LOS MOVIMIENTOS Y PARTIDOS DE IZQUIERDA EXISTENTES EN NUESTRA AMÉRICA?

JS : A 50 por país tendríamos, como mínimo, un millar de organizaciones. La síntesis de lo “macro” obliga a distinguir la histórica confrontación entre dos grandes campos: el nacional-popular y el liberal-conservador. En ambos, siempre hubo, como en el tango, “valores y doblez”: izquierdas y derechas, arribas y abajos. La coyuntura presenta cuatro sub-escenarios:
1) Sociedades dinámicas que consolidan sus conquistas revolucionarias (Cuba, Venezuela);
2) Procesos que impulsan mayor poder para sus pueblos (Bolivia, Ecuador, Argentina, Nicaragua y, posiblemente, Perú).
3) Movimientos populares que dan la pelea a pesar de los fuertes condicionamientos estructurales (Brasil, Uruguay, El Salvador, Paraguay).
4) Fuerzas políticas que encaran la represión abierta (Colombia, Honduras, Chile), o se debaten en condiciones ideológicas y organizativas muy precarias (México, Costa Rica, Panamá, Guatemala, República Dominicana).

MSNA: ¿QUÉ AVANCES Y RETROCESOS DE LAS IZQUIERDAS SE PERCIBEN EN LA ACTUALIDAD?

JS: Las guerras del imperio en Asia central han colocado a nuestros pueblos en situación análoga a la del decenio 1935-1945, cuando dieron un salto de calidad. En todo caso, no pudimos evitar entonces que el imperialismo impusiera las siglas de la dominación: TIAR, OEA, FMI, etcétera, que sólo fueron rechazadas por Argentina, impulsora del “tercermundismo” pocos años antes de nacer el Movimiento de los Países No Alineados.

Hoy es distinto. Contamos con el MERCOSUR (1991), el ALBA (2004), la UNASUR (2007), y el ramillete de propuestas de integración y soberanía que empiezan a tomar color: Banco del Sur, Consejo Energético del Sur, Consejo de Defensa del Sur, Petrocaribe, Parlamento sudamericano.

Los intentos fallidos del golpismo oligárquico en Venezuela (2002) y Bolivia (2004) fueron conjurados por las movilizaciones populares y la solidaridad política subregional. En Argentina, la ofensiva "destituyente" del poder agrario (2008) no tuvo la solidaridad esperada. No obstante, el golpe en Honduras (2009), y el claro apoyo a la tenaz resistencia popular permitieron que, a la postre, el líder Manuel Zelaya retornara a su país.

De corte clásico, el golpe hondureño no fue tan sorpresivo que digamos. Pocos meses antes, al inaugurar la 39 reunión de cancilleres de la OEA en San Pedro Sula, y en clara referencia al bloqueo de Cuba, Zelaya dijo: “No podemos irnos de esta asamblea sin reparar la infamia contra un pueblo”.

La eficaz intervención de la UNASUR durante el fallido golpe en Ecuador (2010), galvanizó la voluntad política subregional. Así como su rápida y eficaz intervención para contener las provocaciones del colombiano Alvaro Uribe (empecinado en declarar la guerra a Venezuela), y la pronta reacción frente a la crisis capitalista mundial en curso, revelaron que, por sobre las diferencias, nuestros pueblos exigen la unidad. La Comunidad de Estados Latinoamericana y Caribeños (CELAC), partirá de tales premisas. Se acabaron los iberoamericanismos y panamericanismos “made in USA”.

MSNA: ¿QUÉ ALTERNATIVAS SE VISUALIZAN PARA IMPULSAR LA CREACIÓN DE PODER POPULAR?

JS: Cuba perfecciona sus formas de poder popular y el sistema socialista. Venezuela cuenta con mejores condiciones que Bolivia, Ecuador y Nicaragua para impulsarlos. A pesar de las despiadadas críticas de las izquierdas sin pueblo, el peronismo ha sido un hueso duro de roer, y por causas similares a los del Movimiento de los Sin Tierra en Brasil, cuando algunos de sus dirigentes respaldaron la gestión de Lula.

En Chile, el potente movimiento estudiantil da que hablar. En México, sólo en las comunidades zapatistas existen formas de poder popular. En Perú, la gestión de Humala podría reanimar las formas de poder popular de otras épocas. Y atención a las movilizaciones juveniles en Puerto Rico.

La situación ideal no existe en ningún país, pero en todos hay rechazo al capitalismo salvaje. Las pretensiones de mayor poder popular obligan a sopesar, país por país, los estragos causados por un modelo de acumulación que no sólo ha sido económico. En 30 años, el neoliberalismo vejó la política, concentró la economía, alienó la educación, monopolizó la comunicación y traficó con la cultura de los pueblos, despojándolos de identidad. En todas las dimensiones de la existencia (hasta en el modo de comer, vestir, leer y relacionarse), la cultura neoliberal penetró de un modo muy profundo.

En ese sentido, cualquier política destinada a reactivar la economía con valor agregado, la redistribución del ingreso, el respeto a los pueblos originarios, el freno a los monopolios de la información y el terrorismo mediático, la defensa de los derechos humanos y el medio ambiente, la atención a maestros, jubilados, mujeres y niños, merece ser apoyada, defendida y criticada sin mezquindad ideológica, y conjurando el maximalismo desestabilizador de ciertas izquierdas, al que las derechas dan cuerda con cara de “yo no fui”.

La estrategia pensada por los libertadores de la primera hora continúa vigente: América para los americanos. Mas no la de Monroe y el norte “revuelto y brutal” que, al decir de Darío, dispersó “tantos vigores distintos”. Sólo ganan batallas, los que están en ellas. Hay que actuar con imaginación, sin telarañas filosóficas, coartadas ideológicas y subterfugios políticos.

Los grandes acontecimientos suelen ocurrir de manera repentina, pero con señales que los anticipan. Y se incuban, maduran y eclosionan, como resultado de las condiciones que los tornan posibles. [[* Entrevista aparecida en Ediciones del Movimiento de Solidaridad Nuestra América, pp. 64-75, México, octubre 2011]]

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